El Ayuntamiento de Loja ha presentado recientemente su plan de movilidad urbana sostenible, una herramienta que se deberá desarrollar a partir de ahora pero que organiza con detalle cómo deberá ser la ciudad lojeña del futuro. Elaborado por el ingeniero Manuel Plata, este documento recoge los tres pilares fundamentales sobre los que debe asentarse el crecimiento y la organización de la ciudad en los próximos años; esto es, la movilidad motorizada privada, el transporte público y el uso peatonal y de bicicleta del espacio urbano.
Este Plan de Movilidad Sostenible traza un conjunto de actuaciones que tienen como objetivo implantar formas de desplazamiento más sostenibles, que prevean un crecimiento económico sostenible y garanticen un mejor nivel de vida de la población. El objetivo es la disminución de los atascos y las energías no renovables, la reducción de tiempos de viaje entre diferentes puntos de la ciudad y el fomento del uso del transporte.
Según detalló el concejal de Urbanismo, Joaquín Ordóñez, “en esta planificación aparecen los proyectos de futuro para la ciudad: el tercer puente desarrollado en dirección Málaga y unido a la Estación de Autobuses, el nudo de la Alacena, la plaza del puente o cómo debería ser la calle Real”.
En el análisis previo del municipio, Manuel de la Plata destaca en el plan “la centralidad de la ciudad”, que alberga sus servicios educativos, sanitarios y comerciales en el núcleo urbano. “Teniendo en cuenta que habitan 6.000 habitantes por kilómetro cuadrado, Loja está demasiado aglomerada y eso genera problemas de movilidad”, demostró el técnico. Además, tal y como señala Plata en su estudio, el nivel de motorización es similar al de población; hay 17.680 vehículos, casi un 50% más que en el año 2000, y la media de desplazamientos diarios es de 3,2 viajes por vehículo, “lo que da idea del problema de tráfico que existe en Loja, donde en zonas como la avenida Pérez del Álamo o la de Los Ángeles circulan en hora punta más de 2.000 vehículos”, detalló el técnico, quien añadió que en estas zonas se producen más de 10 accidentes al año.
Uno de los problemas que tiene la ciudad según Plata es el transporte público. Por un lado, las líneas de bus urbano se encuentran muy poco optimizadas “y se solapan los recorridos”. Por ello, apuesta por ofrecer una mayor información sobre los recorridos y optimizarlos al máximo, con menos paradas y situadas estratégicamente. Pero por otro lado, existe un número muy bajo de licencias de taxis: sólo 0,23 licencias por cada 1.000 habitantes.
En cuanto a la movilidad peatonal, el técnico mencionó la dificultad de algunos trayectos en aceras, como en el callejón de los Naranjos, donde el peatón tiene que realizar parte de su paseo por la calzada Además, el redactor del Plan de Movilidad aconseja una red de circulación ciclista, con aparca-bicicletas, así como numerosas mejoras en el acerado para facilitar la vida a las personas con movilidad reducida.
“Lo fundamental es conectar la ciudad desde el punto de vista más accesible, favorecer la peatonalización intentando que la ciudad sea lo más compacta posible y rellenar los huecos vacíos optimizando la densidad urbana al máximo”, argumentó Manuel de la Plata, que ha hecho un concienzudo trabajo para desarrollar esta hoja de ruta. Plata habló asimismo de varios focos de actuación prioritarios, como la mejora en el tráfico del nudo de Pérez del Álamo con la placeta del Puente, Pérez del Álamo con avenida de los Ángeles, o la Calle Real, donde indica la necesidad de ampliar el acerado como acceso principal de la ciudad que es. También se refiere el ingeniero a la confluencia del Puente Aliatar con la Avenida de España.
De la Plata insistió en que se trata de una batería de medidas, “algunas más viables y otras menos económicamente hablando, para concienciar a los responsables públicos y que se tengan en cuenta”.
Para el alcalde, Joaquín Camacho, este Plan de Movilidad sostenible plantea “cómo tiene que ser la Loja del futuro. Es una planificación a largo plazo, para las próximas décadas”. Camacho adelantó que está abierto a las sugerencias y propuestas de asociaciones, corporación y colectivos para que “crezca y se enriquezca con las ideas de los vecinos”. “Tiene que ser un plan que nos creamos todos”, comentó el regidor lojeño. Por eso, en los próximos meses se tratará en los consejos social y económico de la ciudad. Los objetivos de este tipo de planes no son otros que disminuir atascos, reducir el consumo de energías no renovables, ahorrar tiempo, recuperar el espacio público para el peatón, optimizar la accesibilidad a los sitios y mejorar la calidad del medio ambiente urbano.