Se sigue avanzando en la campaña de vacunación en el municipio con la idea de comenzar a primeros de junio con los menores de 50 años. Al mismo tiempo los sanitarios locales buscan medios para recuperar parte de la presencialidad de la Atención Primaria. Todo ello unido al continúo rastreo de positivos, algo fundamental para seguir evitando un nuevo brote que nos devuelve a situaciones pasadas no deseadas.
Desde el Centro de Salud de Loja, y concretamente desde el servicio de coordinación COVID del municipio, informan que en esta semana se contarán con 950 nuevas dosis de Pfizer. Éstas se indican para los ciudadanos lojeños nacidos entre 1962 y 1968, por lo que cubriría la franja de 53 años hacía delante. También se insiste en la vacunación de aquellos anteriores al 1953 que hayan podido quedar sin dosis.
Como novedad, Miguel Ángel Sanjuán, coordinador de Enfermería del Centro de Salud, nos informa que se está recuperando a ciudadanos nacidos entre 1954 y 1961. Son éstos los que se deben de vacunar con AstraZeneca. Hay que recordar que de ellos casi un 20% había decidido no acudir a la cita. Ahora parece que se recupera algunos ciudadanos de estas edades.
Sanjuán lo deja claro, “no se trata de gastar las dosis de AstraZeneca con las que contamos sino que la ciudadanía esté vacunada”. El profesional cree que en las últimas semanas la población va siendo más consciente y decide acudir a vacunarse. También insiste en que Loja no se quede atrás en la vacunación con respecto a otros lugares donde tienen una mayor capacidad de poner dosis.
Atención Primaria
Al margen de la campaña de vacunación la población también está preocupada por la mejora de la Atención Primaria que se presta en el Centro de Salud. Patricia Calvo, directora del servicio, informa que hasta el momento se sigue contando con dos médicos que no han ocupado su plaza pero que eso no es lo de menos en la recuperación de la presencialidad. La sanitaria afirma que se recuperará un 20% de presencia de ciudadanos en las consultas, algo que es superior a lo de la mayoría de centros de la provincia.
Calvo informa que en estos momentos se mantiene el cribado telefónico y que son los propios médicos los que dan cita presencial. Los sanitarios hacen preguntas a los usuarios para evitar que acudan personas con síntomas COVID. También informa que ya incluso de forma directa pueden dar cita presencial los propios administrativos del centro y los enfermeros. “El cuello de botella poco a poco se va abriendo”, afirma Calvo.