Los trabajos de reurbanización del acceso a Loja entre las rotondas de la piscina Yola y el restaurante Alacena, en la avenida Pérez del Álamo, comenzarán a finales de febrero o principios de marzo. Se trata de una de las obras más importantes en cuanto a movilidad peatonal y de tráfico de vehículos que se han llevado a cabo en el municipio. Supondrán un lavado de cara integral de esta zona de tránsito que soporta diariamente un elevado volumen de vehículos.
Los trabajos de reurbanización, que cuentan con un presupuesto de 315.600 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses, forman parte del Plan Provincial de Obras y Servicios (PPOYS) que financian al 50% el Consistorio lojeño y la Diputación granadina. La actuación dará mayor permeabilidad a los barrios de San Miguel y El Carmen y mejorará la seguridad de los peatones con nuevos acerados continuos.
El proyecto prevé la demolición y reposición de pavimentos y acerados, la reestructuración de los aparcamientos (que quedarán más alejados de los edificios), la plantación de nuevos árboles con mejor estética, la mejora de la red de saneamiento y alumbrado público, la instalación de nuevo mobiliario urbano, así como la creación de nuevos viales y la reestructuración parcial del tráfico en la zona.
Precisamente, uno de los objetivos que persigue esta actuación es aliviar en parte el intenso tráfico y mejorar el acceso a los edificios del entorno de la Notaría, además de a los barrios contiguos. Para ello se creará una nueva entrada de vehículos desde la rotonda de la piscina Yola, que circularán por la manzana si necesidad de pisar la avenida Pérez del Álamo. La salida hacia esta avenida estará a la altura del bar La Barrica, donde se creará un segundo carril que desembocará en la rotonda. Con estos cambios, según el alcalde Joaquín Camacho, “se aminorarán los atascos en gran medida”.
Las obras pretenden mejorar la seguridad de las cientos de personas que transitan por la zona. Para ello se crearán nuevas aceras a ambos lados de la calzada, que ya no encontrarán obstáculos a su paso y que sustituirán a las actuales que se encuentran en algunos lugares en muy mal estado.
Según el alcalde Camacho, se va actuar con “la máxima sensibilidad posible” para no perjudicar a los vecinos y negocios. De esta forma, se irá trabajando por tramos sin necesidad de cortar el tráfico rodado. Primero se actuará en las zonas de las terrazas de los bares y en los accesos de los inmuebles.
El Ayuntamiento lleva varios meses trabajando en la redacción del proyecto. Tras su licitación y posterior adjudicación a la empresa lojeña Grupo Otero, ayer ambas partes firmaron el contrato de obra. Un acto en el que estuvo presente Pedro Muñoz, aparejador de la empresa. Ahora tocará coordinarse con la Diputación de Granada para firmar el acta de replanteo con el fin de que puedan comenzar los trabajos en el plazo de un mes.