La voz desgarrada y dulce al mismo tiempo de las cantantes que forman parte del cuarteto Flores Negras, la guitarra impecable del acompañante musical y la danza de Adrián Luppi y Paula Villarroel, atraparon irremediablemente al numeroso público que abarrotaba el salón de actos principal del Centro de Iniciativas Culturales El Pósito en la noche del viernes, hasta el punto de que hubo de colocarse el cartel de “no hay localidades”.
La velada se correspondía con la actuación prevista en la vigesimo sexta edición del Festival Internacional de Tango de Granada, cuya extensión provincial llegó hasta Loja.
Haciendo las veces de toda una orquesta rioplatense, una guitarra magistralmente interpretada fue el hilo conductor que hizo posible la rica fusión de las distintas vertientes tanguistas, en la que se dieron cita partituras que recordaban a las composiciones más sinfónicas del tango o a los temas más conocidos del repertorio clásico bonaerense.
Una suceción de bailes, cantos y acordes fueron generando un espectáculo muy dinámico, a veces intimista y poético, a veces canalla y tórrido. Un encaje que fue perfecto para encandilar a un público que en ocasiones coreaba los estribillos de las canciones y en otras veían como su piel se erizaba por la sentimentalidad de las composiciones.
Más de una hora de paseo por los barrios de las viejas ciudades argentinas que satisfizo a unos espectadores entregados y variopintos, tanto vecinos de raíces andaluzas, como emigrantes argentinos y otras tierras latinoamericanas, o hijos de otros paises europeos residentes en la comarca lojeña.
Un público que agradeció con su sincero aplauso las evoluciones tanto de la pareja de baile como de las gargantas nostálgicas y desgarradas de las cuatro cantantes o del alma del fiel guitarrista. Una expresión, esta del tango que, tal como dijo el maestro Ernesto Sábato “es, sobre todas las cosas, una expresión original y nueva que deriva de una movilización humana gigantesca y excepcional”.
La pasión aflora en El Pósito de la mano del espectáculo que traía hasta Loja el Festival de Tango de Granada
El público disfruto del cuarteto vocal, la guitarra y el baile de los intérpretes