Una pelea entre cuatro jóvenes, dos de ellos de etnia gitana y todos ellos naturales y vecinos de Loja alteró la normalidad la madrugada del sábado al domingo a las puertas de un pub de Loja y en presencia de numerosas personas que a esa hora frecuentaban la zona, pues en las cercanías se acababa de producir en los días previos la inauguración de un nuevo local. Los hechos ocurrieron en torno a las 00:45 horas.
En un principio los rumores apuntaron a que dos de los implicados en la riña eran de origen magrebí, pero los testimonios que hemos podido recoger posteriormente, aseguraron a esta redacción que todos ellos eran naturales de Loja.
Al margen de la discusión, que acabó con un fuerte enfrentamiento, lo más significativo es que, en un momento de la disputa, uno de los dos hombres de etnia gitana sacó y utilizó una táser, con la que llegó a agredir. Se trata de una porra eléctrica, que está absolutamente prohibida y que es un arma diseñada para incapacitar a una persona o animal mediante descargas eléctricas que imitan las señales nerviosas y confunde a los músculos motores, principalmente brazos y piernas, inmovilizando al objetivo temporalmente.
Precisamente, la actuación de un guardia civil que estaba fuera de servicio, permitió interceptar el arma y alertar al teléfono de emergencias 062, personándose en el lugar de los hechos dos patrullas de la Guardia Civil de Loja y Huétor Tájar, así como otro coche patrulla de la Policía Local de Loja.
El agente de la guardia civil de paisano, que presenció los hechos, al igual que las numerosas personas que se encontraban en las cercanías, además de dar el aviso y antes de que se produjera la llegada de los agentes, persiguió al individuo que portaba el arma eléctrica y evitó que se deshiciera de ella, ya que intentó ocultarla en el interior del bar.
Durante la pelea hubo momentos de tensión, pues en un momento de la misma, uno de los individuos golpeó con fuerza a uno de los jóvenes, que cayó fulminado al suelo. Incluso, consiguió hacerse con otro objeto y comenzó también a golpear a su oponente.
Cuando llegaron las fuerzas de seguridad dos de los jóvenes implicados -ambos con heridas según los testimonios recogidos- habían huido ya de la zona, no así los otros dos individuos, a los que se procedió a identificar, uno de ellos, precisamente, el que el guardia civil fuera de servicio consiguió retener y que portaba la táser.
