Desde el pasado miércoles, el presidente de la Asociación de Certificación Ecológica de Andalucía (Ecovalia), Francisco Casero, mantiene en la Venta del Rayo, una huelga de hambre que según el mismo ha asegurado, no va contra nadie sino a favor de la dignificación de la situación socioeconómica y política actual, además de interesarse especialmente por la mejora de las condiciones en que se desarrolla la agricultura y la ganadería ecológica y protestar por su no inclusión en las negociaciones de la Política Agraria Común (PAC).
Precisamente por situar gran parte de sus reivindicaciones en el terreno de la producción ganadera ecológica, el exlíder jornalero elegía Loja para iniciar su protesta y contaba para ello con la Asociación de la Raza Ovina Lojeña, cuyos miembros le apoyan, le acompañan y le han cedido una casa en la falda de la Sierra de Loja junto a varias explotaciones ganaderas.
Francisco Casero afirma que la huelga de hambre que ha emprendido es por la transparencia y la participación, contra la corrupción y la burocracia excesiva, por la agricultura y la ganadería ecológica, el valor añadido y el empleo.
Desde primeras horas de anteayer está recibiendo el apoyo y solidaridad de numerosos organismos, asociaciones, entidades y personas a título privado, siendo numerosas las llamadas que va recibiendo para explicitar su solidaridad.
Desde la casa en la Sierra de Loja donde mantiene su huelga de hambre, promueve el diálogo, el encuentro, la unión de esfuerzos y la acción necesaria para llevar a cabo un cambio fundamental en las estructuras sobre las que se basa la actual sociedad.
Al lado de una chimenea y acompañado del alcalde de Loja, Joaquín Camacho, que ayer le visitaba por la mañana junto al teniente de alcalde Antonio Ramón Molina y el concejal de Urbanismo, Antonio Manuel Cobos, Casero presentó su planteamiento a las autoridades lojeñas y a las numerosas personas que se encontraban en ese mismo lugar, entre ellas, pequeños empresarios ganaderos y agrícolas, no sólo de Loja si no de varios lugares de Andalucía, y profesionales estrechamente vinculados con su lucha desde hace años. El PSOE de Loja excuso la imposibilidad de acompañar en esa mañana a la delegación del consistorio lojeño.
Francisco Casero ha explicado que desde hace bastante tiempo viene reflexionando sobre la sociedad actual, en la que se da una notable “pérdida de valores, de autoestima y confianza, una administración y clase política que no aborda los problemas y no analizan lo que nos ha llevado a ella, que la situación de crisis solo ha hecho agravar esta circunstancia ya presente en una sociedad desmotivada y con falta de visión global de las cosas”.
Más adelante, Casero asegura que hay una ausencia de respuesta por parte de las administraciones a la situación actual, “no asumiendo iniciativas que frenen el estado de deterioro actual o eliminando obstáculos para el desarrollo”.
En ese contexto lamenta el exceso de burocracia que “impide el desarrollo empresarial, paraliza proyectos que aportan valor añadido” desanimando a cualquier proyecto o iniciativa. A ello le suma la falta de liquidez de las explotaciones, falta de incentivos para el relevo generacional, o la ausencia de reconocimiento de la sociedad a los hombres y mujeres del campo, lo que, según Francisco Casero, “genera un brecha social entre el sector rural y la ciudad como caldo de cultivo para el abandono de explotaciones, pérdida de cohesión del territorio y despoblación del medio rural”.
Un ejemplo de esta situación, resume a continuación este infatigable luchador, es “la ausencia de la producción ecológica en el debate de la Política Agraria Común “PAC)” perdiéndose una oportunidad de establecer un compromiso para un sector tan estratégico como el ecológico, “el cual afronta retos ambientales, económicos y territoriales demandados por esta sociedad”, apostilla.
Por ello, su huelga de hambre nace como su apuesta personal por tratar de alcanzar un compromiso y una apuesta decidida por el sector de la producción ecológica aportando valor añadido y generando empleo. También reclama el “establecimiento de procesos que reduzcan normativas, favorezcan la empresa familiar y valor añadido” y, finalmente, pide “medidas de apoyo, fomento y respeto por la ganadería extensiva, se reconozca sus peculiaridades del sistema de producción, su actividad ligada al territorio y su importancia como generador de riqueza y conservador del territorio”, concluye Francisco Casero.
En torno a esta acción reivindicativa se ha redactado una declaración de adhesión a su huelga de hambre, recogiéndose firmas en tal sentido. Una declaración que se llevará al próximo pleno del Ayuntamiento de Loja, a celebrar el próximo 4 de marzo, tal como anunció el alcalde del municipio Joaquín Camacho, incidiendo en la necesidad de que se alcancen los planteamientos que formula Casero a través de “una huelga en positivo, que trata de unir a todos los colectivos, ciudadanos y políticos en la consecución de ese fin”.
Por su parte, Antonio Ramón Molina pidió también el apoyo de la ciudadanía a esta causa, su implicación y motivación, para lo que animó a los lojeños a que acudan a la asamblea informativa que tendrá lugar el próximo domingo 16 de febrero en el pabellón de usos múltiples de Venta del Rayo, y si el tiempo lo permite en pleno campo, junto a la casa donde mantiene su huelga Francisco Casero.
Por último, Antonio Manuel Cobos reflejó el apoyo de la Asociación de Ganaderos de la Raza Ovina Lojeña, como refrendo de su trabajo en pro de la ganadería ecológica y, particularmente, por el apoyo que de siempre viene ofreciendo Casero a los ganaderos lojeños.