La Agrupación Socialista Lojeña a través de sus secretarias de Bienestar Social, Isabel Pavón, y de Educación, Nuria Ortiz, ha llamado la atención de la ciudadanía sobre las “perniciosas” consecuencias que tendrá la nueva Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) impulsada por el ministro Wert. Según estas dos representantes del Comité Local, “esta ley nos lleva a una España en blanco y negro, en la que se harán más patente que nunca las diferencias de oportunidades”.
Isabel Pavón mostraba su discrepancia ya de principio con el nombre de la ley, en el que se incluye el término mejora, cuando, según ella, esta nueva normativa “viene a plantear aún más recortes en la educación, menos becas, el aumento de las tasas, el incremento del número de alumnos por aula o la disminución del profesorado”, entre otros aspectos destacados.
En ese contexto afirmó que “se trata de una ley para la involución que recupera la educación del pasado, llena de recortes de tipo ideológico, que desmantela la calidad de la enseñanza pública, que no es igualitaria y es conservadora, pretendiendo que la educación no llegue a todo el mundo. Pavón finalizó su intervención asegurando que “al ministro no le importa la opinión de la ciudadanía ni de la de la comunidad educativa” y aseguró que esta ley ha unido en su contra, precisamente, a toda la comunidad educativa española.
Para Nuria Ortiz, esta es una ley de corto recorrido pues, según dijo, ha perdido la oportunidad de nacer como fruto del consenso, habiéndose evidenciado múltiples muestras de estar la sociedad en su conjunto en contra de la misma. Ortiz recordó que su aprobación en el Consejo de Ministros se produjo teniendo enfrente a toda la comunidad educativa y a todos los partidos salvo al PP.
A continuación hizo un pormenorizado análisis de los principales asuntos que, as su juicio, marcan la negatividad de esta norma. En ese sentido indicó que con la religión católica evaluable se regresa a la situación de 1970 y que incluso comunidades de cristianos de base han expresado su disconformidad con este aspecto, pidiendo que todas las religiones tengan los mismos privilegios. Continuó diciendo que desaparece la asignatura de educación para la ciudadanía “porque al PP no le gusta que la gente conozca sus derechos”, que se produce la segregación por sexos y se acaba la educación por la igualdad, o que se devalúa el papel del profesor/tutor para la evaluación del rendimiento escolar, que pasará a realizarse de manera externa. Así mismo tuvo palabras de crítica contra la ley por considerar que “se beneficia a las universidades privadas que no harán prueba de acceso y eso crea unos graves agravios con respecto a la enseñanza pública; también señaló que esta nueva ley persigue un modelo competitivo que trata de despersonalizar a los estudiantes para convertirlos en objetos de rankings, o como se reduce considerablemente el papel de la familia en los consejos escolares.