El Pleno del Ayuntamiento de Loja ha mostrado su rechazo a la propuesta de reforma de la ley electoral planteada por el Gobierno central para la elección directa de alcaldes por considerarla un “pucherazo” y “favorecer los intereses políticos del Partido Popular”. Los corporativos debatieron dos mociones sobre el asunto presentadas por el PSOE y por Convocatoria por Loja, y que contaron con la abstención del PP.
Los socialistas acusan al Gobierno de Rajoy de querer cambiar las reglas de juego a escasos ocho meses de las elecciones y sin consenso, con el claro objetivo de “mantener la Alcaldía de grandes ciudades y diputaciones que los populares ven peligrar”, apuntó su portavoz Juan Cobos, quien criticó además que la mayoría absoluta se pueda conseguir con sólo el 40% de los votos.
Cobos denunció que Rajoy quiera “imponer” estos cambios “con la oposición de todo el arco parlamentario” y alertó de que, de aprobarse, “se irían al traste todos los mecanismos de control democrático y la oposición y los plenos no tendrían sentido”. También habló del modelo de reforma del PSOE, que consiste en unas elecciones con segunda vuelta: en la primera se constituiría el Pleno y en una segunda se elegiría al alcalde.
Más allá fue el portavoz de CpL al calificar la reforma de “pucherazo”. Para Antonio Ramón Molina la propuesta supone una “degradación” del sistema democrático que “sólo beneficia al PP, para asegurarse el gobierno de grandes ciudades a raíz del surgimiento de nuevas fuerzas y la coalición de formaciones de izquierdas”. Molina defiende una reforma electoral para conseguir un sistema más proporcional “donde todos los votos tengan el mismo valor”.
Por otro lado, apuntó que si la reforma hubiera estado funcionando en las pasadas Municipales “el PP no estaría gobernando en Loja”. También tuvo palabras para el PSOE, a quien pidió que defienda el rechazo a la reforma “con todas las consecuencias” y no “con la boca chica”.
Los populares, por su parte, evitan pronunciarse al respecto. Consideran que de momento la propuesta es “sólo una idea” y que no se ha desarrollado todavía. “No hay una modificación concreta de la ley. El Gobierno está a día de hoy negociando con los partidos para conseguir consensuar la reforma”, apuntó el alcalde lojeño, Joaquín Camacho, para quien “lo saludable sería que la medida no se apruebe con los votos de un solo partido”. Además, defendió que la reforma pretende “acercar la política a los ciudadanos e incorporar reivindicaciones de hace muchos años”.
El debate político fue derivando a partir de entonces en un cruce de acusaciones entre los tres partidos a raíz del resultado de las elecciones de 2011 y el posterior pacto de gobierno entre PP y CpL. En este sentido, el regidor recordó que los socialistas calificaron este acuerdo de “fraude electoral porque se unían el segundo y el tercer partido más votado, y ahora el PSOE no apoya que sea la lista más votada la que gobierne”.
Para los socialistas la firma del pacto fue un “fraude moral” porque “el voto pedido a la izquierda se dio a la derecha por parte de CpL, que nunca dijo en campaña que iba a pactar con el PP”, apuntó Juan Cobos. Para Convocatoria, “no se podía saber que se iba a firmar un pacto porque no se sabían los resultados”. “La situación de Loja por aquel entonces era excepcional, que requería de medidas excepcionales”, apostilló Antonio Ramón Molina.
