El debate de los presupuestos municipales para este año por parte de la corporación fue, tal como se esperaba largo y de profundo calado político, situándose cada uno de los grupos que conforman el pleno en la defensa de sus postulados, por parte del equipo de Gobierno PP-CPL para marcar las principales virtudes de las cuentas anuales, y criticar tanto la forma como se había producido su redacción y presentación, como las propias partidas en sí por parte del grupo socialista en la oposición, siendo necesarias más de hora y media para alcanzar el momento de su votación, con el resultado ya conocido de once votos a favor y diez en contra, por lo que las macro magnitudes municipales eran aprobadas por mayoría.
La concejala de Hacienda, María Jesús Ruiz, criticó en el inicio de su intervención el que los socialistas no hubiesen presentado propuestas para la redacción del presupuesto y afirmó que había sido complicada su elaboración en base al punto de partida y a los condicionantes legales existentes, pero calificando su resultado de realista, equilibrado y cumplidor con la estabilidad presupuestaria, además de mantener los servicios municipales, reseñó.
Por su parte, el portavoz de CPL, Antonio Ramón Molina, desde la premisa de que lo importante no era el momento de aprobar el presupuesto, sino reflejar nítidamente la realidad financiera del Ayuntamiento y la eficiencia a la hora de distribuir las partidas con que se cuentan para hacer frente a los retos de este ejercicio. En esa línea marcó las dificultades para realizar inversiones más allá de las que provea el PFEA, dado que algunas de las previstas se basan en la enajenación de patrimonio municipal, algo que el tiempo, finalmente, tendrá que demostrar si fue o no posible. Desde esa perspectiva, Molina dijo que lo fundamental era prestar los servicios del modo más eficaz, pagar las nóminas del personal, pagar los préstamos contraídos con entidades bancarias y pagar a proveedores. Argumento este portavoz que se podía haber continuado con el presupuesto prorrogado de 2012 con algunas modificaciones de crédito, pero finalmente se decantó el equipo de Gobierno por redactar un presupuesto propio para este ejercicio “sin propuestas ficticias o sobredimensionadas que luego no se cumplen más allá del 50%. Valoró la estructura organizativa que se está adecuando en el ayuntamiento en cuanto al catálogo de puestos de trabajo o la política de gasto. Un proceso, añadió, que aún no está concluido y que permitirá un ahorro importante de costos basado en la racionalización de las áreas de trabajo. Entre otras medidas situó la incorporación de los patronatos de turismo y deportes en las propias áreas municipales o la reestructuración de los departamentos de urbanismo y servicios municipales para configurar un gran área de desarrollo territorial.
El portavoz del grupo municipal socialista, Andrés Ruiz, lo primero que se preguntó fue por la tardanza en presentar la redacción y presentación de los presupuestos, y presumió que en el proceso se hubiesen dado algunas tensiones internas entre los dos socios del gobierno municipal, que habrían obligado a esta demora. Más adelante criticó que no se hubiese culminado el plan de ajuste aprobado el año pasado, en el que se había previsto la integración de Sociedad de Comunicación de Loja S.L. en la estructura municipal despareciendo la empresa pública, máxime desde el punto de vista, añadió más delante, de que esta sociedad municipal no refleja la realidad en sus cuentas anuales.
A renglón seguido pasó a enjuiciar la subida del impuesto de bienes inmuebles, el IBI, como uno de los pilares en los que se basa la estructura económica de este ejercicio, o el que se establezcan algunas inversiones en base a la enajenación de patrimonio municipal por un importe superior al millón de euros, cuando, según dijo Ruiz Martín, a estas alturas de año, sólo se había cumplido esta previsión en un 17% y sólo faltan seis meses para que finalice el ejercicio. Mientras tanto, dijo más adelante, suben los gastos corrientes y bajan los de personal. Preguntó si esa bajada correspondía a la bajada de salarios del personal o a la pérdida de derechos adquiridos en el convenio colectivo de estos trabajadores del ayuntamiento.
Así mismo significó que se bajaban en un 36% la atención a la vida sociocultural del municipio, alejando a la ciudadanía de la participación en dicha vida sociocultural.
El alcalde lojeño, Joaquín Camacho, hizo una encendida defensa de las previsiones presupuestarias para este año. Valoró el trabajo realizado por todas las áreas implicadas en su redacción y lamentó que el PSOE no hubiese aportado propuestas para su inclusión en las cuentas.
Dijo que éste era un presupuesto serio, coherente y responsable, siendo para el equipo de Gobierno absolutamente prioritario contar con él, poniendo de manifiesto que no hay dinero para hacer grandes obras. También puso de relieve su esperanza en que la futura liquidación de este presupuesto refleje su fidelidad con las previsiones, tal como ocurrió con las correspondientes a 2012, matizó el primer edil.
Al PSOE le preguntó por la formula para realizar mayores inversiones, tal como les había espetado el portavoz, Andrés Ruiz, sin subir impuestos, dado que no había más posibilidades de endeudamiento o el que hayan de ajustarse, obligatoriamente, al pago de los bancos, de los trabajadores y mantener los servicios públicos.
A continuación, Camacho dijo que las inversiones suponen un 25% del presupuesto, contemplando la finalización de algunas obras ya comenzadas como el Teatro Cine Imperial o el Centro Deportivo Urbano, además de aquellas actuaciones previstas con el PFEA.
Puso de relieve las estrecheces que originan pagar 3,2 millones de euros al año correspondientes a préstamos suscritos en su día por el PSOE, o cómo se habían disminuido los gastos de personal sin despedir a ningún trabajador municipal ni tocar los salarios, aunque si se haya tenido que reducir el fondo social, y la continuación de la minoración de los salarios de los políticos y cargos de confianza. Todo ello, teniendo en cuenta, dijo, que habían disminuido considerablemente las subvenciones que provenían de otras administraciones.
Continuaron las intervenciones de los portavoces y el alcalde, reafirmándose cada uno de ellos en sus postulados. Es así como Andrés Ruiz le dijo a los miembros del equipo de Gobierno que su grupo ya les había anticipado en octubre pasado cuales eran las premisas para que apoyaran el presupuesto municipal, entre las que se contaban, de forma determinante, no recortar la partida para el servicio de limpieza urbana que, como recordarán, se saldó con una minoración del 50%, cantidad que se trasladó a los trabajadores que hacen ese servicio desde la empresa privada que lo gestiona.
A continuación dijo que hacer el presupuesto a mediados de año, cuando ya se conoce la liquidación del primer semestre de 2013 facilitaba muchísimo la redacción de las cuentas y que, sin embargo, no se iba a cumplir sus objetivos, tal como se estaba ya vaticinando en la enajenación de patrimonio municipal.
Criticó a PP y CPL que no tuviesen una verdadera concepción de la importancia del presupuesto como herramienta para aspirar al modelo de ciudad que, necesariamente, hay que fijar y luchar por alcanzar, y recordó a ambas formaciones las exigencias que ellas planteaban cuando estaban en la oposición y que ahora han olvidado, dijo Ruiz Martín. Así mismo les afeó que a estas alturas de mandato no hubiesen conseguido ni una nueva inversión para Loja, a excepción del PFEA o del Plan de Obras y Servicios Municipales de Diputación Provincial.
En esa línea recordó que históricamente habían sido PP y CPL los que pedían bajada de impuestos al PSOE, mientras que ahora eran los adalides de las subidas impositivas, tal como ocurre con el incremento del IBI, porque, según dijo, “piensan que el bolsillo de los lojeños no tiene fin”. También consideró necesario que el Ayuntamiento ejerza el papel dinamizador que le confiere ser la estructura económica más grande del municipio, para el desarrollo del mismo, mientras que sólo están escudándose en la deuda para, dijo textualmente, “justificar su incapacidad y no decir que llevan dos años siendo los únicos que deciden en la corporación. En ese contexto les recriminó que no sólo no habían disminuido la deuda con los bancos, sino que la habían incrementado, subiendo, por tanto, el endeudamiento por habitante.
El alcalde contesto una por una las cuestiones planteadas por el líder de la oposición, comenzando por reprochar a los socialistas que no plantearan la solución para esta situación económica, aumentando las inversiones sin subir impuestos. A continuación afirmó que marcan la línea política manteniendo los servicios públicos y haciéndolos eficientes para racionalizarlos, pero que todo ello era más que difícil cuando se tienen que pagar más de tres millones de euros al año sólo en préstamos. Joaquín Camacho criticó que en aquellos presupuestos a los que se refería Andrés Ruiz cuando hablaba de inversiones eran los que habían motivado la deuda municipal que ha desembocado en la actual situación financiera y afirmó que la necesidad de subir ahora los impuestos viene determinada por la política “irresponsable ejercida por el PSOE, hipotecando el futuro de los lojeños” afirmó textualmente, añadiendo que cuando se tiene dinero es muy fácil hablar de modelo de ciudad. Por todo ello calificó a los concejales socialistas de irresponsables y dijo que no eran alternativa en Loja.
Finalmente, cuando el reloj marcaba las cero horas y cuarenta minutos del día siguiente se concluía el debate con el resultado ya conocido de aprobación de los presupuestos municipales para 2013, si bien el pleno continuaba con otros asuntos.
Muy relacionados con el presupuesto se incluían en el orden del día dos puntos, uno de ellos sobre el plan económico financiero para este ejercicio en el que se concluye que para alcanzar la estabilidad presupuestaria es necesario el aumento de la recaudación del IBI en 454.000 euros, en base a la ponencia de valores y las nuevas altas. Así mismo se establece una reducción de inversiones, como así se constataba en la previsión de los años 2013 y 2014, o el que sea necesaria la enajenación de patrimonio municipal para que, en la medida de que se produzcan, se realicen o no inversiones previstas en el presupuesto.
El equipo de Gobierno consideró imprescindible llevar a cabo este plan por no haberse podido cumplir con el plan de estabilidad aprobado el año pasado, así como establecer el límite máximo de gasto no financiero, que era el otro punto que se relacionaba muy directamente con el presupuesto. Algo en lo que coincidió el grupo Socialista, si bien su portavoz no estaba de acuerdo con el cómo, ya que entendía que había otras alternativas que no pasaran necesariamente por subir los impuestos a los ciudadanos. Finalmente el plan fue aprobado por mayoría con los votos a favor del PP y CPL y el voto en contra del PSOE.
Por lo que respecta a la aprobación del límite máximo de gasto no financiero, viene determinada su obligatoriedad por la ley de estabilidad presupuestaria. María Jesús Ruiz informó de que se trata de asegurar el equilibrio presupuestario, partiendo de la base de las obligaciones reconocidas en la liquidación del presupuesto de 2012, a las cuales hay que hacer una serie de ajustes como son las obligaciones pendientes de aplicar, los intereses de deuda, los ingresos finalistas y los ingresos por mayor recaudación previstos. A todo ello, dijo la concejal de Hacienda, se le aplica la tasa de crecimiento, fajada por el Ministerio de Hacienda en un 1,7% y da como límite de gasto no financiero 15.604.685 euros, siendo el gasto computable a efectos de la regla, 10.279.891 euros. La cuestión fue aprobada con los votos a favor del PP y CPL y la abstención del PSOE
Como decíamos, la sesión dio más de sí aún, si bien estos eran los asuntos de más calado desde el punto de vista local, pues aparte se abordaron otras cuestiones que seguiremos trasladándoles a ustedes en siguientes ediciones de este informativo.