No se podían ver las sonrisas de los viandantes que paseaban por el centro de la ciudad pero se intuía la alegría en sus ojos. Loja volvió a recuperar parte de su pulso habitual tras pasar a la fase 1 de la desescalada de la cuarentena impuesta por la crisis sanitaria del COVID 19. Los lojeños estaban deseosos de recuperar ese desayuno, la cervecita del aperitivo y las compras en su comercio de confianza. El buen tiempo se sumó a un día que por desgracia ya forma parte de la historia de nuestra ciudad.
Esa vuelta a la nueva normalidad se vivió con ganas en la arteria principal de la ciudad, Avenida de los Ángeles y Carrera de San Agustín. Prácticamente la totalidad de los comercios volvieron a abrir sus puertas ya sin cita previa y con el 30 % de su aforo. No escatiman los comerciantes lojeños en seguridad, ofreciendo geles, guantes y mascarillas. Muchos letreros con recomendaciones y señales para guardar la distancia de seguridad. En la calle el ayuntamiento ha colocado señales verticales y horizontales con recomendaciones, ampliando una de las aceras para facilitar la separación de peatones. Operarios municipales trabajan en la pintura del mobiliario que amplia estas zonas.
Los dependientes y las dependientas eran el colectivo que con más ilusión y nervios vivían este día. Muchos de ellos y ellas llevaban dos meses sin atender al público, lo que les añadía adrenalina al momento de volver a ofrecer productos. Otros, como es el caso de las tiendas de alimentación que no han cerrado en estos días, se mostraban contentos de volver a contar con sus compañeros y ver recuperar la vida de las calles.
Francisco Izquierdo, representante de la Comisión de Comercio de Loja se mostraba muy satisfecho con esta primera jornada de la fase 1. Izquierdo aseguró que tenía los mismos sentimientos del día en que abrió su negoció y reconoció que era un sentimiento compartido por todos los comerciantes. Esta fase, aseguró el comerciante, debe de ser el paso a muchas otras ya que entiende el necesario recuperar la vida social de la ciudad que posibilite la generación de riqueza.
Fueron menos del 15% las terrazas de Loja que decidieron abrir en la jornada de este lunes pero las que lo hicieron estuvieron casi llenas a lo largo de toda la jornada. La vuelta al desayuno fue uno de los momentos más esperados para muchos. Tampoco faltó el aperitivo con la vuelta de nuestras tradicionales tapas. Las terrazas pudieron duplicar su espacio gracias a la disposición del Ayuntamiento de Loja.
En definitiva, se vivió una jornada de sol tanto en lo meteorológico como en la sensación de la ciudadanía. Mantener lejos las nubes de nuestro pasado reciente depende de nosotros. Los comercios y la restauración lojeña demostraron estar preparada, ahora disfrutar de ello con seguridad depende de cada uno.