El Ayuntamiento de Loja, a través de las Áreas de Urbanismo y de Hacienda viene poniendo en marcha una serie de medidas que traten de estimular la rehabilitación de viviendas del casco histórico, así como la de establecimientos singulares de la zona.
La flexibilización de los pagos de tasas e impuestos municipales, la no subida de la presión fiscal en este 2014, la bonificación de algunas tasas y la actualización del padrón de viviendas del municipio, con la inclusión de las que estaban en suelo no urbanizable y que han optado por regularizar su situación, mediante su asimilación al régimen de fuera de ordenación, son los pilares fundamentales sobre los que se basan las medidas que pretenden impulsar tanto la ya citada rehabilitación de la zona histórica como estimular al sector de la construcción.
Así lo han explicado tanto la concejal delegada de Economía y Hacienda, María Jesús Ruiz Azañedo, como el titular de Urbanismo, Salud, Consumo y Nuevas Tecnologías, Antonio Manuel Cobos.
Para la responsable de las cuentas municipales, se trata de un importante avance que ha venido acompañado de un gran esfuerzo por parte del equipo de Gobierno municipal y de los técnicos implicados en esta iniciativa, “máxime, teniendo en cuenta la gran limitación del Ayuntamiento para establecer exenciones fiscales y la situación financiera de las arcas municipales”. Ruiz Azañedo ha justificado esta acción en la necesidad de dar una respuesta a los numerosos lojeños aquejados por la crisis económica.
En ese contexto, la edil ha remarcado el esfuerzo realizado por el Área de Hacienda para cumplimentar los más de 400 expedientes de modificación de inmuebles del municipio censados en el padrón de la vivienda, contando para ello con la colaboración de la Agencia Provincial del Catastro, al mismo tiempo que se renunciaba a incrementar las tasas e impuestos municipales, “aún cuando el Ayuntamiento necesitaba ingresos”.
Otra de las acciones emprendidas en los últimos meses ha sido la posibilidad de fraccionar las deudas de los ciudadanos con el consistorio, de tal forma que tributos incluidos entre 100 y 1.500 euros pueden fraccionarse hasta en 12 meses.
La bonificación de tasas como la de ocupación de la vía pública con la colocación de mesas y sillas de bares se ha reducido, según Azañedo, en un 50%, “con lo que ello implica de beneficio para los hosteleros”, añadía. Pero, sobre todo, esa repercusión se puede observar en la reducción del 50% de la cuota íntegra del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) cuando se trate de inmuebles que se dedican a actividades económicas de interés; y hasta el 30% de descuento de la cuota íntegra del IBI en aquellos inmuebles en los que se hayan instalado equipos de energía solar, por un periodo de dos años desde que se produjo la instalación.
La edil de Hacienda ha informado también de los cambios normativos que durante los últimos años han permitido una flexibilización de la burocracia para el inicio de una actividad empresarial, de tal forma que en la actualidad, registrando en el Ayuntamiento una declaración responsable puede abrise el negocio.
Finalmente, Ruiz Azañedo ha explicado que en algunos casos la bonificación puede efectuarse de forma inmediata, y sólo en algunos otros ha de ser aprobada por el Pleno Municipal, en cualquier caso ha destacado la celeridad de los trámites para que no se perjudique al ciudadano.
Por su parte, el concejal de Urbanismo, Antonio Manuel Cobos se refirió a la bonificación del Impuesto de Construcciones “como medio para revitalizar el casco histórico de la ciudad al máximo posible que permite la ley”. En ese contexto incluyó la zona que va desde el Mesón de Arroyo hasta las calles céntricas de Loja, “una zona turística que, sin embargo tiene muchos edificios en estado ruinoso y esto añade posibilidades de rehabilitación”, concretó.
Como ejemplo del alcance de esa bonificación dijo que para una obra que tuviese un coste de 6.000 euros se producía un ahorro en el impuesto de 240 euros.
Así mismo citó el caso de la reparación de las fachadas de edificios antiguos a las que se aplica una bonificación del 95%.
Como se indicaba anteriormente, el proceso de regularización urbanística de numerosas viviendas construidas en suelo no urbanizable está permitiendo que muchas de ellas se incluyan en el régimen de fuera de ordenación, para lo cual se requiere el proyecto y la documentación técnica que acredite el acto regulador, con lo que también se genera economía entre los arquitectos y técnicos que han de realizarla. Como consecuencia de lo anterior, la vivienda ya se incorpora al padrón de edificaciones y pasa a contribuir con su correspondiente IBI. Un proceso que proporciona a la postre una mayor recaudación municipal.
Los propietarios que soliciten la regularización se benefician de una reducción del 3,5% al 2,5% del valor constructivo, de tal forma que si antes por una vivienda cuya inversión era 60.000 euros pagaba 2.100 euros de tasas, ahora para ese mismo importe pagaría 1.500, con un ahorro de 600 euros. Pero aquellas personas que no soliciten tal regularización y se haga de oficio, se mantiene el 3,5%, con un mínimo de 900 euros de tasa.
Más adelante, Antonio Manuel Cobos llamó la atención de los propietarios de solares y terrenos ubicados en suelo urbanizable para que los mantengan en perfecto estado de salubridad y decoro, máxime en estas fechas que comienzan las altas temperaturas veraniegas. “Así -dijo el edil de Urbanismo- se evitan incendios y problemas de salud”, añadiendo que el Ayuntamiento tiene las competencias para exigir esa responsabilidad de los dueños de solares.
Por último, Cobos criticó que los fondos destinados por el Programa de Impulso de la Construcción Sostenible, de la Junta de Andalucía, se hayan acabado a los dos días de ponerse en marcha para las provincias de Granada y Jaén, por lo que solicitó al Gobierno andaluz que “amplíe el presupuesto y puedan atenderse las solicitudes que se presenten, ya que con ese programa se habían suscitado muchas expectativas”, concluyó el concejal.
