Desde el año pasado, el Ayuntamiento de Loja está impulsando una serie de medidas fiscales para tratar de dinamizar y revitalizar el centro histórico de la ciudad. Medidas que pasan, fundamentalmente, por la bonificación de impuestos y tasas municipales hasta niveles que alcanzan prácticamente la exención. Tal es el caso del impuesto de construcciones, instalaciones y obras (ICIO) que en este 2015 ha previsto hasta un 95% de bonificación en las obras de restauración de fachadas que se encuentren en mal estado, siempre y cuando no se haya producido incumplimiento de los deberes de conservación en el conjunto del inmueble. Esta medida puede aplicarse a aquellas actuaciones que se realicen en las calles Real, Comedias, plazas de Jiménez Campaña y de la Constitución, calles Caridad, Las tiendas, Cuesta de Santo Cristo, plaza de Abastos, y las calles Pablo Iglesias, Gallego y Burín, Zacatín y Duque de Valencia, todas ellas integradas en el casco histórico de la ciudad. Además sobre la cuota bonificada se deducirá el importe satisfecho o que deba satisfacerse en concepto de tasa por licencia urbanística, declaración responsable o comunicación previa, según proceda, sin que el resultado obtenido por la deducción pueda ser negativo.
Así lo han explicado el alcalde de Loja, Joaquín Camacho, y la concejal de Comercio y Desarrollo, Matilde Ortiz, en el transcurso de la visita que ayer de mañana efectuaron por algunos de los comercios situados en esa zona, informando directamente a sus propietarios de la serie de medidas que se han puesto en marcha para hacer más llevadera la situación en este periodo de crisis económica.
Dentro de esas iniciativas, y siguiendo con el ICIO, en las calles antes reseñadas y con carácter general, se aplicará una bonificación del 80% sobre la cuota del impuesto en todas las viviendas en las que se realice cualquier obra.
Estas aplicaciones, indicó Joaquín Camacho, obedecen a la necesidad de que se facilite la conservación y mejora de los inmuebles sitos en esa zona de la localidad, especialmente aquellos que tienen más interés urbano, ayudando a motivar acciones que incrementen los habitantes del casco antiguo y entrar así en una importante dinámica de reactivación de un espacio que, a pesar de su centralidad, tiene verdaderos problemas de desarrollo socioeconómico, aseguró el primer edil.
Otras medidas impulsadas en este último periodo son las que benefician al impuesto de bienes inmuebles (IBI), de tal forma que se establece una bonificación de la cuota íntegra del impuesto a favor de inmuebles en los que se desarrollen actividades económicas que sean declaradas de especial interés o utilidad municipal por concurrir circunstancias sociales, culturales, histórico artísticas o de fomento del empleo que justifiquen tal declaración. Una atribución que corresponde al Pleno de la Corporación y se acordará previa solicitud del sujeto pasivo, es decir el ciudadano, por voto favorable de la mayoría simple del consistorio.
Así mismo, se ha establecido una bonificación del 30% de la cuota íntegra del IBI en los edificios que se hayan instalado sistemas para el aprovechamiento térmico o eléctrico de la energía proveniente del sol.
Por lo que respecta a la tasa por ocupación por mesas y sillas en los ejercicios 2013 y 2014, el primer edil reseñó que se ha visto muy respaldada por los establecimientos hosteleros la bonificación del 50% de la tarifa a aplicar, de manera que en estos dos últimos años se ha apreciado una considerable aumento del número de terrazas de bares y restaurantes por todo el municipio, “con lo que también se impulsa la actividad económica”, matizó Camacho.
En cuanto a la tasa por licencia de obras, con carácter general a toda la ciudad, se establece una bonificación del 30% en el tipo impositivo de las obras que se realicen en locales comerciales, y que puede llegar hasta el 50% para las obras que se ejecuten en el centro histórico.
Sobre la tasa por resolución administrativa fuera de ordenación, en relación a la regularización del año 2014, cuando se trata de inicio a instancia de parte, se establece el tipo de gravamen de 2,5% sobre el coste real de la obra civil con una cuota mínima de 500 euros; y cuando se inicia de oficio, el tipo de gravamen es del 3,5% sobre el coste real de la obra civil, con una cuota mínima de 900 euros.
Joaquín Camacho valoró el esfuerzo económico que significa para las arcas municipales esta serie de medidas fiscales, pero lo justificó por la necesidad de que se ofrezcan líneas de colaboración con las empresas y ciudadanos del municipio que tienen que hacer frente a la difícil situación económica que se atraviesa, además de incentivar, como se decía anteriormente, la dinámica poblacional en el centro histórico de Loja.
A todas ellas hay que añadir una modificación de la tasa de alcantarillado y de agua que beneficia a las explotaciones comerciales e industriales del municipio, que fue aprobada en el último pleno de la corporación y que se va poner en marcha en este mismo año. Es así como se ha previsto también una bajada del recibo del agua que corresponde a tales comercios e industrias que significa un ahorro del 33%, pues de los 3,5 euros por metro cúbico que habían de abonar anteriormente se pasa ahora a 2,40 euros.
Para evitar una disminución de los ingresos de Gemalsa, informó el alcalde, se ha decidido incrementar el importe que paga el Ayuntamiento a su empresa pública por el consumo de agua en fuentes públicas o el suministro de la misma a edificios municipales y públicos. Camacho dijo, además, que el agua está incluso más cara que en ciudades como Granada o Antequera.
Finalmente, la concejal de Comercio y Desarrollo, Matilde Ortiz, aseguró que se están realizando muchas actuaciones para mejorar la situación de negocios y familias, tales como las ya citadas, pero además recordó que con dos memorias del Programa de Fomento de Empleo Agrario se han venido realizando mejoras en las infraestructuras del mercado municipal de abastos, y se está impulsando, añadió, la ocupación total de los puestos en él existentes.
