“Emuviloja nació el 3 de diciembre de 2002, con un fin compartido entonces por todos, para mejorar la urbanidad de nuestro municipio. Fue una creación positiva. El problema surge con que ese objetivo se fue desvirtuando por una pésima gestión política y técnica de la empresa” Con estas palabras inició el alcalde de Loja, Joaquín Camacho, su exposición sobre la situación que atraviesa la empresa municipal de vivienda y suelo, Emuviloja, en la sesión plenaria que se vivió el pasado 5 de octubre y que se llevó la mayor parte del tiempo empleado para resolver los 20 puntos incluidos en el orden del día.
Un asunto polémico al que el alcalde dedicó un extenso relato cronológico, con abundancia de cifras, facturas, proyectos arquitectónicos y que, según dijo, era el resultado de un largo periodo de tiempo para recapitular la documentación y analizar la evolución de la empresa, un objetivo hecho posible, añadió, gracias al trabajo del nuevo gerente, el concejal José Baréa, y los técnicos municipales incorporados a su estudio.
En ese recuento histórico, Camacho se refirió a varios proyectos iniciados por Emuviloja y nunca terminados, con el consiguiente gasto y la acumulación de pérdidas económicas: “se comenzó a endeudar e hipotecar, sin tener en cuenta la viabilidad de las iniciativas. Se invertía en la redacción de los proyectos y luego estos no se hacían realidad. Eso es irresponsabilidad. Por ejemplo, de entre muchos casos, en 2006 se adquirió un solar en calle Alta de San Roque, confluencia con Camino Verde, para la construcción de viviendas VPO. Se pidió licencia de obras y se pagó, se realizaron los estudios del proyecto y se pagó”. Emuviloja, continuó más adelante, “tras haber gastado ya 50.000 euros en estas gestiones, pide que se cambie la construcción de viviendas por cocheras, lo que supone nuevos gastos de gestión y redacción de proyecto, con honorarios por 12.000 euros”. Así, según el relato del regidor se llegó a 2010 y no se había materializado nada, “caducó la licencia de obras y se despilfarró el dinero público de todos los lojeños. Se trata de un claro ejemplo de poca responsabilidad” puntualizó Camacho.
Otros proyectos denunciados en esa sesión plenaria del mes de octubre fueron los dos solares ubicados en calle Real, para 5 viviendas VPO, que finalmente no se hicieron, o el caso de la avenida de San Francisco mediante un proyecto de 7 VPO que tampoco se alzaron.
Del suelo existente en el paraje del Mantillo para la construcción de más viviendas de protección oficial, una fase se culminó a cargo de la empresa pública Visogsa, tal como puede comprobarse hoy día, pero queda otra sin hacer. “Eran 32 VPO y garajes, se redactaron los proyectos pero el edificio no se construyó. No acuso a nadie de haber cometido un delito, sino que hago una valoración política de una mala gestión” concretó el alcalde.
Otros gastos analizados en el Pleno, que no tienen que ver con la urbanización, fueron los correspondientes al gerente que contrató el anterior alcalde socialista Miguel Castellano, “mientras que con este equipo de Gobierno ha desempeñado este cargo de gerente José Baréa sin cobrar nada”. A ese respecto aseguró que aquel responsable de la gerencia de la empresa de vivienda lojeña cobraba más de 2.500 euros netos al mes, “entonces había dos contratos por la adquisición de dos vehículos adscritos a Emuviloja, un Volvo, que usaban responsables políticos de la empresa, por un importe de 42.000 euros a pagar en cuotas mensuales de renting, y un Suzuqui de 14.000 euros a pagar igualmente en cuotas mensuales. No sé si la empresa tenía necesidad de aquellos coches. Lo cierto es que nosotros no hemos tenido ni uno”, espetaba Camacho criticando la gestión socialista de la empresa y culpaba de ella, durante el periodo que fue de 2002 en adelante hasta el cambio de gobierno municipal “de la situación que sufrimos actualmente”.
No acabó ahí la exposición del primer edil, sino que también se refirió al suceso político que aconteció cuando dos concejales del PP se salieron de las filas populares y crearon el grupo mixto apoyando desde sus sillones al gobierno presidido por Miguel Castellano. Uno de ellos fue Francisco Barquero y el otro Miguel Pérez. Del primero dijo que a cambio de su apoyo, el alcalde le concedió la gestión administrativa de varias empresas y fundaciones municipales, “saquen ustedes sus propias conclusiones”, puntualizó Camacho.
Con respecto al otro concejal, explicó el alcalde, se contrató a un familiar suyo directo en Emuviloja, y se alquiló un local de su familia para la sede social de la empresa, que posteriormente se le compró. “Ahí se ve claramente la influencia de esa situación con dos tránsfugas que se unieron al PSOE” añadió Joaquín Camacho.
Además de todos estos datos hizo igualmente referencia a numerosos gastos para los que no encontraba justificación, tales como facturas de teléfono, “una de las cuales, correspondiente al uso por el gerente, alcanzó un total de 3.000 euros consumidos en líneas de carácter pornográfico. Y así se pueden sumar muchos más gastos que consideramos innecesarios, aunque en aquellos momentos lo aprobaba el PSOE”.
“Facturas escandalosas”
En relación a gastos de protocolo, siempre según las cuentas criticadas por el actual alcalde calificándolas de escandalosas, “se contabilizaron miles de euros de las tarjetas Visa, tarjetas que nosotros eliminamos en cuanto llegamos al Gobierno municipal”, recibos de restaurantes y viajes a diversas ciudades españolas; de floristerías, joyerías, o perfumerías, entre otros servicios.
“Algo no se habrá hecho bien. Esto pasaba en muchos municipios, pero nos avergüenza que ocurriera en Loja. Y así llegamos a la situación actual, y es necesario que los lojeños sepan todo esto, que será legal, pero no es responsable ni adecuado” denunció a renglón seguido Camacho, concluyendo que “se despilfarraron decenas de miles de euros en la redacción de proyectos, en solares que algunos no eran ni de la empresa, que se pagan y luego no se hacen las construcciones. Mientras tanto, además de no dilapidar el dinero de los lojeños, nosotros no hacemos regalos. Y todo ello nos ha dejado, en función de la memoria justificativa, y a tenor de las pérdidas acumuladas, un montante de 2.100.000 euros”.
Por lo tanto, informó a continuación, se ha planteado un convenio con BMN para la refinanciación de la deuda de Emuviloja que se tiene pendiente y poder levantar las cargas que tienen algunos bienes de la empresa, embargados por algunos acreedores. En ese sentido se va a incrementar todos los esfuerzos para vender inmuebles y poder pagar, en unos doce meses, a fin de que el Ayuntamiento tenga que hacer frente a la menor deuda posible.
En resumen, informó el primer edil se eleva a 4.100.000 euros la deuda con entidades financieras, a la que se suman más de 650.000 euros debidos a 22 empresas, lo que suma 4.750.000 euros a día de hoy.
“Con el convenio que proponemos al Pleno hoy, esa cantidad la dejaríamos en 3 millones, con el ahorro de 1,7 millones de deuda”, especificando una a una las partidas iniciales y como resultan reducidas por lo que calificó de una “magnífica gestión de Barea y los técnicos municipales”.
En ese contexto, Joaquín Camacho habló de dos acciones financieras nuevas para pagar la normalización de los préstamos y pagar la deuda a las empresas. “Nos quedan 12 meses muy duros de trabajo para reducir al máximo la deuda de Emuviloja y consiguientemente del Ayuntamiento” concluyó su intervención el regidor, dándole la palabra a la oposición, quien rehusó hacer uso de ella y llegando por tanto a la votación, que se saldó con los votos a favor del PP y el concejal no adscrito, Alejandro Ronda, y la abstención del PSOE.