La opinión está bastante generalizada y aunque no se haya efectuado una encuesta rigurosa que aporte unos datos bien cuantificados, lo cierto es que no hay más que hablar con las personas que han acudido esta Feria Grande a la feria de día del centro histórico, para obtener una respuesta bastante unánime en cuanto a sus preferencias.
Y de esa predilección por las horas diurnas para divertirse ha habido evidentes y repetidas pruebas, tal como atestiguaban los medios días, sobre todo los del jueves segundo día de feria, y el sábado, último de las jornadas feriadas.
Según algunos cálculos, el día 29 se podrían haber reunido en torno a la plaza de Joaquín Costa y las múltiples barras instaladas por su perímetro, más de 2.000 personas, a las que habría que añadir las que se encontraban también en la plaza de la Constitución, donde se repetían las ocasiones para entablar una charla o un baile acompañados por una copa y apetitosas propuestas gastronómicas.
Sin duda, la programación de actuaciones en ambos recintos, plaza de la Constitución y de Joaquín Costa, a la que se sumaba la Victoria el sábado, han propiciado también un acicate para la asistencia, pasando por sus escenarios grupos como la Charanga Costa Tropical, Banda de Música de Loja, El Beso de Judas, Manolo Show Musical, The Traveling, los lojeños Game Gómez, o el mago Scoot.
Durante esas jornadas hemos tenido ocasión de conocer la opinión de algunas mujeres y hombres a cerca de sus predilecciones. Estas han sido sus respuestas.
En el resumen de las actividades celebradas estas últimas jornadas de feria, el estadio municipal San Francisco acogía la exhibición del centro canino Albania, bajo la dirección de su adiestrador Julio Redondo. Coincidiendo en el tiempo con esta muestra, en la plaza de Ibn al Jatib se quemaba el Roscuelo, como conclusión de su reinado en el mundo infantil de estos festejos.
Por lo que respecta al concierto Se llama copla, unas mil personas se dieron cita en el pabellón municipal Alfeia, con un público heterogéneo, pues podían verse personas de muy distinta edad, en todos los casos entusiasmados con las evoluciones de las cuatro figuras de la copla que actuaban sobre el escenario acompañadas por la orquesta dirigida por José María Álvarez: Jonathan Santiago, Álvaro Díaz, María Espinosa y Carolina Caparrós.
En paralelo con este espectáculo, y con entrada gratuita, en la caseta municipal del recinto ferial actuaba Fernando Caro y el grupo Rejónikos.
El eje sobre el que vertebraba la mayor atención del sábado era, sin lugar a dudas, la procesión de la patrona de Loja, la Virgen de la Caridad, que se hizo a la calle poco después de las nueve y media de la noche, para protagonizar un desfile inédito ya que al llegar a la puerta del Ayuntamiento, el desfile se dirigió hacia el barrio Alto, pasando por algunas de sus principales calles, hasta retornar al centro de la ciudad por la calle Juan XXIII. Más de tres horas de recorrido que fueron aprovechadas por muchas personas para honrarla a su paso, además de las que le alumbraron durante su periplo. Tal como es tradicional, la imagen iba acompañada por la Corporación Municipal, así como la Banda de Música de Loja y la Banda de Tambores y Cornetas.
El domingo la ciudad parecía otra, aunque aún resonaran en los oídos de sus moradores el bullicio, las músicas y el ambiente festivo, la paz venía a poner un poco de normalidad, aprovechándose para recuperar la falta de horas de sueño, en algunos casos, o los alivios estomacales necesarios ante los “desmanes” pantagruélicos de los días precedentes.