El Ayuntamiento de Loja, los distintos centros escolares y las Asociaciones de Madres y Padres del municipio mantendrán una reunión el próximo martes 16 de abril con la Delegación de Educación de la Junta para abordar el problema de la escolarización en Loja. Para el regidor lojeño, este encuentro, que tendrá lugar en el Instituto Alfaguara, supondrá una oportunidad para que la comunidad educativa lojeña traslade sus inquietudes y propuestas “para que se sepa que directrices se han de tomar”. “Es el momento de hacer frente a este problema y ser valientes y responsables para buscar soluciones”, apostilló el regidor.
A pesar de que la escolarización no es una competencia del Ayuntamiento, sino de la Junta, Camacho incidió en la necesidad de que el consistorio lojeño “lidere” la solución a un problema “muy complejo”, y que, según el regidor, “no se ha atajado con la valentía suficiente”. “Se han planteado soluciones que finalmente no se han aplicado, y otras veces se ha mirado para otro lado”, denunció.
Según Camacho, para acabar con este problema “endémico” hay que solucionar otro, “el problema –dice- de la integración social existente entre algunos vecinos del barrio de la Alfaguara”. “No se puede separar la escolarización de la integración social”, agregó el regidor, quien afirmó que “solucionando el gueto social en esta zona de Loja, muy probablemente el problema de escolarización sería muy diferente”.
Por su parte, la nueva concejal de Educación, Consuelo Bueno, apuntó que el problema de la escolarización en el municipio “viene arrastrándose desde hace más de 25 años” y añadió que “intentaremos que este año se escolarice con las plazas y medios que existen y de la mejor forma posible, pero intentaremos que sea el último año que en Loja la escolarización sea un problema”.
Por último, la concejal de Bienestar Social e Integración Social, Matilde Ortiz, salió al paso de las críticas vertidas los últimos días que acusaban a su concejalía de “hacer trampas” para que los padres utilizasen unos informes sociales para elegir un centro distinto a la zona que le corresponde. “Desde Servicios Sociales se mandan unos informes que pasan a los colegios, que son los que finalmente admiten o no a los alumnos. En ningún momento se aprovechan para que una determinada familia se meta en un centro o en otro”, aclaró la concejal.