Cómo vivían nuestros antepasados hace más de 3.000 años, cuáles eran las herramientas que utilizaban y las ropas que les protegían, qué podían comer nuestros ancestros, algo que habitualmente vemos en reportajes a nivel general, podrá ahora conocerse, pero sobre todo palparse, en el proyecto conocido como Villalítica que se está ultimando en Loja, más concretamente en la Dehesa de los Montes.
Desde hace un tiempo, dos enamorados de esa época con experiencia en el diseño y puesta en marcha de proyectos de turismo en el centro de Andalucía, María de Lara y Roberto Vila, trabajan incansablemente para que, cuanto antes, esté listo este espacio expositivo de carácter experimental en el que los visitantes podrán interactuar con los objetos y actividades que se presenten en la recreación de un poblado que podría haber estado situado en los parajes lojeños.
Gracias a un acuerdo de colaboración con el Ayuntamiento de Loja, María y Roberto, preparan concienzudamente todo el hábitat que nos transporta a esa época milenaria, y precisamente en un emplazamiento por el que, es más que probable, transitaran nuestros antepasados de la edad de la piedra, al estar situado en un promontorio que se abre a los ríos que navegan aquellas tierras y que forman el paso natural entre las dos andalucías, si bien en aquella era ni barruntaban divisiones geográficas ni organizaciones político-administrativas.
Elegir el municipio lojeño para este proyecto ha venido marcado, indica María de Lara, por la existencia de abundantes restos arqueológicos por la zona, sobre todo con enclaves tan destacados como Sierra Martilla.
A fin de dar cabida a toda esta iniciativa, el Ayuntamiento de Loja les ha cedido el uso del antiguo colegio y casa de maestros de Dehesa de los Montes, donde ellos se afanan en transformarlo y comenzar cuanto antes con su epopeya. Allí se alojará una cabaña neolítica, itinerarios temáticos, talleres y comedor.
Pretenden crear un espacio de visita para grupos que puedan pasar medio o un día entero realizando actividades diferentes.
Ambos confían en que Villalítica suponga, cuando esté en funcionamiento, un buen recurso didáctico y turístico que amplíe las potencialidades del municipio, aportando más turistas al territorio.