Loja ya empieza a ver los primeros movimientos para la adaptación de la vía convencional al paso del AVE. Después de más de dos meses desde que se cortara el tráfico ferroviario, lo que viene obligando a que los pasajeros tengan que utilizar trasbordos en autobús para completar sus viajes –una situación que se mantendrá todavía durante unos meses-, la empresa encargada de los trabajos ha llevado a cabo ya las primeras actuaciones.
En concreto, en los últimos días se ha podido advertir cómo técnicos de la empresa responsable de la electrificación han colocado una serie de postes para las catenarias en el barrio lojeño de La Esperanza y en sentido Huétor Tájar, y que han de permitir la alimentación de la línea para los futuros trenes AVE que pasarán por este tramo. Se trata de unos postes de varios metros de altura y con una distancia de unos 50 metros. De momento únicamente se han colocado desde la barriada de La Esperanza, sin que se haya producido actuación alguna en la zona teóricamente más conflictiva, que sería la de la Estación de San Francisco.
Son, por tanto, los primeros trabajos para la adaptación. Está por confirmar el tiempo que será necesario para la renovación de las vías, imprescindible para que puedan ser usadas por los nuevos trenes que circularán por ellas; y la permeabilización de los 26,5 kilómetros afectados para que tanto vehículos como personas puedan salvar el corredor. Se trata, como es conocido, del tramo comprendido entre la bifurcación de Riofrío –punto kilométrico 59.660– y la bifurcación de Tocón –punto kilométrico 86.212– de la línea de Alta Velocidad Bobadilla-Granada.
Hay que recordar que el proyecto técnico prevé la implantación de una vía única, electrificada, de ancho mixto y con condiciones de seguridad para la circulación de los nuevos trenes, mediante la instalación de un tercer carril sobre el trazado actual, así como la supresión de los pasos a nivel existentes.
La actuación también contempla trabajos de estabilización de terraplenes y, como es sabido, la reforma de la Estación de San Francisco, de tal forma que pueda adaptarse a paso de los modernos trenes AVE.
De esta forma, pues, y tras un considerable retraso, por fin se pone en marcha la actuación. Y es que hay que recordar que el retraso en el inicio de los trabajos, según explicó en su momento Adif, estaba relacionado, en un primer momento, con la falta del permiso medioambiental definitivo por parte del Ministerio de Medio Ambiente. La resolución fue finalmente emitida el pasado 6 de mayo y publicada en el BOE once días más tarde, el 18 de mayo. Más de dos meses después de su resolución, la obra ya está en marcha.
En cualquier caso, parece complicado, visto lo visto, que se puedan cumplir los plazos anunciados por el Ministerio de Fomento, que hablan de la llegada del AVE a Granada para finales de año. Y es que, de momento, el movimiento de operarios en la zona es escaso, si bien, al menos ya no se puede decir que las obras no han comenzado, tras estos primeros trabajos de adaptación que se están llevando a cabo en la vía.
AVE sí, pero no así alerta de posibles desprendimientos
Mientras los primeros trabajos para la adaptación de la línea convencional de la Alta Velocidad a su paso por Loja ya se han iniciado, la Asociación ‘AVE sí, pero no así’, que sigue mostrando su postura en contra al proyecto de Fomento, contra quien mantiene un contencioso y que defiende la actuación por la variante Sur, a través de su presidente, Gonzalo Vázquez, ha alertado de los supuestos y posibles desprendimientos que podría originar la actuación y, por tanto, del peligro que podrían correr las viviendas del barrio de la Estación, en el momento en que comience a actuarse en la zona.
Vázquez, quien ha dicho que viene desde hace tiempo denunciando esta situación, sin obtener respuesta, ha señalado que los vecinos están preocupados ante el temor de que cuando empiecen a moverse los terrenos puedan desprenderse piedras y rocas de gran magnitud.
En concreto y, en particular, el presidente de ‘AVE sí, pero no así’, se ha referido especialmente a las viviendas que hay situadas justo encima del famoso túnel de San Francisco, del siglo XIX, las cuales, aseguró, “ya sufren actualmente el paso de los trenes por dicho túnel”.
