Hoy, miércoles 10 de septiembre, comienzan las clases en segundo ciclo de Infantil, Primaria y Educación Especial para más de 1.600 escolares, en la decena de colegios del casco urbano de Loja y pedanías. Un inicio de curso lectivo 2025-2026 que está marcado por el aumento de matrículas en varios centros, la puesta en marcha de proyectos innovadores y la espera de mejoras en recursos tecnológicos e instalaciones.
En este primer día, todos los centros han abierto sus puertas en un horario especial y escalonado: a las 11:30 horas han entrado el alumnado de Primaria (de 6 a 12 años) y, a las 12 horas, el de Infantil (de 3 a 5 años), hasta las dos de la tarde. Ya mañana, jueves 11, se aplicar el horario normal del curso que será de 9 a 14 horas.
Todo estaba preparado para el arranque de un curso muy esperado, donde las emociones y nervios se entremezclan en unos pequeños estudiantes que, algunos comienzan etapa educativa y, otros, los más veteranos les sirve para reencontrarse con sus maestros y compañeros de mesa.
El Corto de Loja contactó con los directores de los cinco Centros de Educación de Infantil y Primaria (CEIP): Caminillo, Victoria, San Francisco, Rafael Pérez Álamo y Elena Martín Vivaldi y el CPR Gibalto para preguntar sobre este comienzo de curso lectivo.
VICTORIA
En el caso colegio Victoria, el curso comienza con 469 alumnos, distribuidos en cuatro unidades de Infantil y 13 de Primaria, manteniendo la misma tónica de matriculación que en cursos anteriores. Su director, Antonio Luis Gómez ha destacado las tareas de limpieza y mantenimiento realizadas durante el verano, entre ellas, la reparación de la cubierta del edificio de Los Ángeles y trabajos de pintura y la implicación del AMPA en las actividades previstas para el trimestre.
En el apartado de recursos, el colegio sigue a la espera de la dotación de nuevas pantallas y pizarras digitales comprometidas por la Junta hace dos cursos, así como del cambio de mobiliario, que se encuentra obsoleto. “Seguimos con mesas y sillas de la época en la que yo era alumno”, señaló el director.
El Victoria ha solicitado este curso varios planes y programas educativos de la Junta, como el PROA Plus, Más Equidad, Fénix Andalucía, talleres de refuerzo, teatro, lengua de signos, consumo de frutas y verduras, y el programa Aldea para el huerto escolar.
El director subrayó además el objetivo de consolidar el colegio como una “gran familia”, donde la comunidad educativa -profesorado, alumnado y familias – trabaje unida por una educación pública y de calidad.
SAN FRANCISCO
A su vez, el colegio San Francisco inicia el curso con 236 escolares de Infantil y Primaria en aulas con hasta 27 alumnos. Su directora Nuria Ortiz ha señalado que las clases presentan ratios elevados con varios grupos de 26 y 27 escolares, y que este curso se ha reducido en un maestro la plantilla respecto al pasado año. No obstante, la escuela mantiene su compromiso de innovación pedagógica y afronta el curso con nuevos retos.
Explica la directora que este verano el centro ha experimentado un importante cambio estético gracias al pintado de su fachada, aunque aún quedan pendientes actuaciones en el suelo de Infantil y la caldera.
Entre las principales novedades, el colegio pondrá en marcha su proyecto interdisciplinar anual, que en esta ocasión girará en torno al mundo rural. Además, se espera en los próximos días la instalación de tres nuevas pantallas digitales y una pantalla móvil para Infantil, que reforzarán los recursos tecnológicos.
El centro seguirá participando en programas como PROA, PREX o Investiga y Descubre, este último dirigido al alumnado de altas capacidades o con especial motivación. Tras la buena acogida del pasado curso, se mantendrán las horas de profundización en investigación y proyectos personales.
La directora destacó que el principal reto es no poner límites al desarrollo del alumnado, fomentando competencias como la digital y la de aprender a aprender.
RAFAEL PÉREZ DEL ALAMO
Asimismo, el colegio Rafael Pérez del Álamo cuenta con 220 escolares, matriculados en tres unidades de Infantil y seis de Primaria, cifras que reflejan un incremento respecto al pasado año. La directora, Sara Martínez, explicó que el arranque del curso se vivirá con una acogida especial tematizada en “El Espacio”, en la que participará todo el profesorado.
También informó que durante el verano se han realizado trabajos de pintura en el interior del centro, aunque la plantilla docente aún no está completa a la espera de cubrir dos vacantes.
En materia de recursos, el colegio sigue pendiente de recibir la dotación tecnológica comprometida por Delegación, mientras prepara la solicitud de nuevos programas educativos relacionados con robótica, hábitos saludables y el plan Más Equidad.
La directora señaló como retos del nuevo curso la necesidad de marcar objetivos académicos y de convivencia realistas, fomentar la colaboración entre toda la comunidad educativa y, sobre todo, asegurar que los escolares acudan cada día “felices y con ilusión por aprender”.
A las familias transmitió un mensaje de tranquilidad: “La comunidad educativa del Pérez está trabajando para que nuestro alumnado tenga el colegio que se merece”.
ELENA MARTÍN VIVALDI
El CEIP Elena Martín Vivaldi inicia el curso escolar con 198 alumnos matriculados hasta la fecha, aunque la previsión es que la cifra continúe aumentando en las próximas semanas. El director, Marcos Arenas, subraya que el arranque se ha preparado “con planificación conjunta del equipo directivo y el claustro”, incluyendo una acogida motivadora para alumnado y familias, aprovechando la ocasión para transmitir información clave sobre el centro.
Este curso, el colegio contará con 3 unidades en Infantil y 9 en Primaria, con desdobles en los últimos cursos de etapa. Además, se está negociando con Escolarización de Granada la posibilidad de desdoblar el grupo de 4 años, que ya alcanza los 26 alumnos, para garantizar una educación de calidad. La plantilla docente está confirmada, aunque aún pendiente de cubrir bajas.
Durante el verano se llevaron a cabo trabajos de pintura en el edificio de Primaria y labores de mantenimiento, adaptadas a la actividad de la escuela de verano de Cruz Roja, que se celebró en las instalaciones.
El director destacó el compromiso del centro con la innovación pedagógica y la integración de nuevas tecnologías, así como con proyectos que fomenten la igualdad y la solidaridad.
Entre los principales retos, Marcos señaló la importancia de crear espacios de entendimiento y convivencia, especialmente en un contexto de crecimiento de la población migrante en la localidad. “Queremos trabajar la participación de todos los sectores de la comunidad educativa para construir un espacio de conocimiento y respeto entre culturas, lenguas y religiones”, subrayó.
CAMINILLO
Por último, el colegio Caminillo, el más numeroso del municipio, abre sus puertas a 480 estudiantes en seis unidades de Infantil, 13 de Primaria y tres de Educación Especial, una de ellas, aula específica con alumnado TEA. Su director Blas Ramos explicó que este año la temática común será en torno al arte moderno español, con proyectos sobre Gaudí, Miró, Dalí y Picasso, y destacó la futura incorporación de un proyecto de realidad virtual en el aula específica.
Durante el verano se han ejecutado la mayoría de los arreglos solicitados al Ayuntamiento, aunque sigue pendiente el cierre del pabellón. Además, el centro confía en recibir próximamente una nueva dotación tecnológica, con la renovación de pantallas digitales, mientras continúa desarrollando proyectos propios de robótica, huerto escolar, igualdad, STEAM y su ya tradicional chirigota escolar.
Con una plantilla docente confirmada, aunque ajustada, Blas afronta este curso un reto personal añadido: compatibilizar la dirección del centro con la tutoría de un grupo de 5º de Primaria. “Gestionar un colegio con 480 alumnos, más de 40 trabajadores y unas 900 familias ya es exigente, pero este año también asumo la responsabilidad directa de un aula”, afirmó.
El director trasladó a las familias un mensaje de optimismo: “El Caminillo es una comunidad educativa, y solo funciona si todas sus partes lo hacen. Padres, madres, alumnado y profesorado somos piezas fundamentales de este engranaje”.
CPR GIBALTO
En representación de la enseñanza en el medio rural, el C.P.R. Gibalto, con 69 alumnos repartidos entre Riofrío y Fuente Camacho. Su directora, Victoria Castellano, afronta con ilusión su octavo inicio de curso al frente del centro y reivindica el valor de la enseñanza en el medio rural como “un espacio de cercanía, personalización y comunicación constante con las familias”.
Durante el verano, el colegio solicitó al Ayuntamiento diversas actuaciones de mejora, especialmente, en las instalaciones de Riofrío, aunque algunas como la revisión de la bioclimatización siguen pendientes.
En cuanto a la organización, este curso se ha perdido una unidad en Fuente Camacho pero se ha ganado otra en Infantil en Riofrío, equilibrando así el reparto entre ambas sedes. La plantilla docente ya está confirmada y, según la directora, “la ventaja de la escuela rural es que permite un conocimiento profundo de cada alumno y una coordinación muy cercana entre el profesorado”.
Entre las novedades pedagógicas destaca el proyecto “Agentes G de Gibalto, Misión Posible”, que servirá como hilo conductor del curso y que fomentará la atención plena, la investigación y el desarrollo del pensamiento. Además, la lectura será un eje transversal con propuestas adaptadas en torno a Agatha Christie, Sherlock Holmes o Mortadelo y Filemón.
Como principales retos, la directora menciona la necesidad de seguir poniendo en valor la escuela rural y de consolidar un modelo educativo basado en la inclusión, la sostenibilidad y el trabajo competencial, a pesar de las dificultades materiales que aún persisten.
El resto de centros rurales que también inician curso son Monte Hacho (Venta de Rayo, Cuesta La Palma y Ventorros de La Laguna), Besana en Ventorros de San José, Taxara en La Fábrica y Ventorros de Balerma, con los que este medio se ha puesto en contacto sin obtener una respuesta.
Todos los centros educativos coinciden en un objetivo común: que los escolares acudan a clase motivados, felices y con ilusión por aprender, reforzando la colaboración con las familias y consolidando una educación pública de calidad, adaptada tanto a la ciudad como al medio rural.
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