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viernes, 19 de abril de 2024

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El público aclama el trabajo interpretativo de Lola Herrera y Juanjo Artero en la obra “La velocidad del Otoño”

El Adolfo Suárez completó su aforo en la apuesta teatral más ambiciosa de la temporada

Quinientas personas de pie reconocieron con una cerrada ovación el magnífico trabajo interpretativo realizado ayer noche por la gran Lola Herrera y Juanjo Artero en el escenario del Centro Adolfo Suárez. La propuesta más ambiciosa de la actual temporada teatral del Área de Cultura se saldaba así con el beneplácito y la satisfacción de un público que llenó la platea del Centro Cívico. 

Bajo la dirección de Magüi Mira llegaba hasta Loja “La velocidad del Otoño”, en la versión española de Bernabé Rico a la obra original de Eric Coble y lo hacía rodeada de una gran expectación por la magnitud de la gran dama de la escena española Lola Herrera, que borda el papel de Alejandra, una mujer anciana, inteligente, sensible, insurrecta y de firme voluntad que pelea contra el inexorable deterioro que el paso del tiempo le provoca. Desde días antes se habían agotado las entradas puestas a la venta anticipada, unas 500, y prácticamente no quedaron libres de las 50 que se reservaron para la taquilla.

Por su lado, Juanjo Artero le secunda con una gran capacidad dramática, dando vida a Cris, el hijo preferido de Alejandra que, tras una primera parte de incertidumbre y de cierta distancia, va dando paso a una catarata de sentimientos que le hacen alinearse con su madre y formar ambos un tándem que les permite encarar sus vidas con libertad, con entusiasmo, con dulzura y esperanza tras la amargura.

Los dos, madre e hijo, él en plena madurez física y ella en plena caducidad, transitan esa emoción que produce la paz cuando se sabe cómo encarar el final.

La escenificación de “La velocidad del Otoño” presenta dos partes bien diferenciadas, una primera en la que se sobrevuela la situación y otra con mayor intensidad narrativa y un mayor dinamismo sobre las tablas. En conjunto se redondea una representación en la que, prácticamente, cualquiera puede ver un paralelismo con sus correspondientes vidas familiares, lo que añade aún más carga emocional a la obra.

AMBICIOSA PROPUESTA

En definitiva, una propuesta del área cultural municipal que ha supuesto también un salto presupuestario para tener en Loja un título que no suele llevarse hasta las pequeñas ciudades, sino que su gira se reparte por las capitales de provincia y grandes urbes.

Para que ello fuese posible, habida cuenta de que el escenario del Centro Adolfo Suárez aún no posee el equipamiento técnico de luz y sonido necesario para estos formatos teatrales, se contó con una empresa especializada que solventó la papeleta montando todo el entramado que precisa la caja escénica.

Al parecer, la adquisición, instalación y puesta en marcha de unos equipos suficientes para el Adolfo Suárez puede superar los 100.000 euros, que esperan poder disponerse en fechas no muy lejanas, terminando así todas las instalaciones que precisa un espacio de estas dimensiones.

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