En la mañana de ayer se presentó el Roscuelo 2025, símbolo de las fiestas infantiles de la Real Feria Grande de Loja. El paraje de los 25 Caños, en pleno Barrio de La Alfaguara, fue el lugar elegido para esta presentación. Un año más han sido los usuarios de la Residencia Sierra de Loja los encargados de su realización.

Un gran gallipato, anfibio autóctono de los humedales lojeños y principalmente de la Sierra Gorda de Loja, es el protagonista de este año. Una recreación del mismo, realizada con cartones de leches pintados en diferentes tonos de verdes, comanda el monumento que cuenta también con un suelo de piedras de colores y un gran Rosco de Loja de fondo. Un título, con letras de pompones de lana, nos anuncia la llegada de la feria.
Rocío Ortiz, concejala de Fiestas, ha agradecido la disposición de los usuarios para la realización del roscuelo. Reconoce su esfuerzo y admite que cada año sorprenden con sus creaciones. Invita a los lojeños a participar de su quema el domingo 31, jornada en la que también se podrá disfrutar de un deslizador acuático.
Jesús, usuario de la residencia, ha sido el encargado este año de explicar el Roscuelo en representación de todos sus compañeros. Ha destacado que han realizado el trabajo con material reciclado y que todos han participado. Reseña las partes del gallipato, con cabeza de rana, cuerpo de lagarto y cola de pez.
José Antonio Gómez, primer teniente de alcalde de Loja, ha reconocido el esfuerzo y la labor de los usuarios Sierra de Loja y admite que siempre saben sacar temas de actualidad con sus roscuelos. Gómez ha animado a los lojeños a que acudan a la quema de este símbolo el 31 de agosto y pide que se participe de las propuestas organizadas por el Área de Juventud para estos días. También se preguntaba qué elemento se iba a indultar dentro de este formato.









