Los pequeños son el alma de las familias y por supuesto también de la feria. Su ilusión contagia a los adultos y en torno a ellos no hay excusa para sumarse al ambiente festivo de estos días. Ejemplo de ello se vivió ayer en el recinto ferial, que mostró calles repletas de lojeños y visitantes que daban, principalmente, buena cuenta de las atracciones.

Más de una veintena de propuestas se muestran dispuestas a ser disfrutadas. Se cuenta con cacharritos clásicos para los más pequeños, como tiovivos, colchonetas, el Ratón Vacilón o el Tren de la Bruja, que se alternan con opciones para los más jovenzuelos, como La Rana, la Olla o los coches de choques, entre otros. A ello se suman las propuestas gastronómicas más variadas, como patatas fritas, papas asadas o puestos de algodones de azúcar, como ejemplos. De todo ello, dieron buena cuenta los pequeños, que, obviamente, no querían ni oír hablar de la vuelta al cole.

Las atracciones estaban a un precio reducido de 3 euros. Al ser el Día del Niño se reduce en un euro el coste del paseo. Los feriantes, auténticos valientes que viven de este mundo generación tras generación, se mostraban expectantes en vivir una feria de Loja participativa. Muchos de ellos son auténticos referentes en nuestra feria, dentro de una profesión muy particular y tradicional.
En cuanto a las casetas, se cuenta con una caseta municipal renovada y adaptada para acoger los grandes conciertos de este año: Medina Azahara y Melody, al margen de Planeta 80 y el tributo a Estopa. José María Garófano lleva de nuevo el catering de esta caseta, en la que cumple 24 años de gestión. El empresario reconoce que el espacio se ha agrandado en 800 metros más y se hace un espacio abierto para poder disfrutar de los espectáculos. También incide en que se cuenta con seguridad privada y un protocolo de actuación y emergencia elaborado por el jefe de bomberos del municipio. Es por ello, que anima a los lojeños a acudir a la caseta municipal y disfrutar de la atención de la barra y de los conciertos.

En cuanto a las conocidas como casetas de marcha, La Lolita volverá a ser referente. Una gran carpa permitirá disfrutar de la fiesta hasta la madrugada. A ello se suma el ya habitual Merendero de Garrido y opciones para disfrutar de los tradicionales churros con chocolate.









