La feria se vive, entre otras muchas cosas, gracias a la música. Es, sin duda, el elemento principal para disfrutar de estos días en compañía de familiares y amigos. Dicho esto, en plan general, la música de feria, aunque acoge de todo un poco, se caracteriza por las sevillanas, las coplas y los pasodobles. De este estilo último ha dado buena cuenta la Banda de Música de Loja que un año más ha sido la encargada de iniciar las actividades de la Real Feria Grande.

El templete de la Plaza Ibn al-Jatib ha vuelto a cobijar a esta histórica agrupación musical que cuenta con más de 160 años de historia. En esta etapa, la banda lojeña vive un rejuvenecimiento que se debe de cuidar y mimar para que sigan manteniendo este pilar básico de la cultura lojeña. Muchos niños han iniciado su camino en la música gracias a la labor de esta asociación que trabaja como una gran familia para seguir con este legado.

El concierto ha sido este año más largo que en citas anteriores. Espoleados por el merecido protagonismo que tuvieron en el pregón de su compañera, Arantxa Aguilera, a la que dedicaron una de sus interpretaciones. La banda ha regalado un repertorio de 13 pasodobles. Todos ellos cuentan con letra, y son de sobra conocidos, por lo que se ha animado a los asistentes, hubo lleno en la plaza, a bailar y disfrutar de las buenas composiciones.

Tras el trabajo, se ha contado con una hora de actuación, y como bien explicó Aguilera en su pregón, la mayoría de componentes de la formación aprovechaban para dar un primer paseo por la feria. Esa gran familia, que es la banda de Loja, se demuestra en los momentos que viven juntos dentro de cada acto que celebran. Francisco Salado, ya desde el recinto ferial, comentaba sus impresiones de una feria que acaba de comenzar y que finalizará con la participación de la banda en la procesión de la Virgen de la Caridad.









