La directora del colegio Caminillo de Loja, María Ángeles Morales, no cabía de satisfacción esta mañana cuando recibió la comunicación de la Delegación Provincial de Educación por la que se comunicaba a ese centro la restauración de las dos unidades de Infantil de tres años con que contaba hasta hace dos cursos.
Como es sabido, al finalizar el curso pasado, y en base a los datos demográficos, se anunció la disminución de un aula de alumnos de tres años, disminuyendo de las 50 plazas habituales para ese nivel educativo a 25. Es así como en el actual curso sólo hay una clase de Educación Infantil de tres años, mientras que el resto de los niveles continuaba con dos líneas.
La decisión fue aceptada a regañadientes por la comunidad educativa que, no obstante, siguió reivindicando la oferta completa. Durante estos últimos meses la presión de los padres y madres ha sido constante, recogiendo firmas y entrevistándose con las autoridades académicas provinciales. Una lucha que ahora se ve recompensada con el regreso de la unidad perdida.
Al parecer, el papel del delegado provincial de Educación, Germán González, ha sido determinante en la resolución del problema. Según fuentes de esa comunidad educativa, el delegado de la Junta de Andalucía ha recogido la reivindicación de los padres y ha trabajado para que se obtuviera una solución viable y satisfactoria.
A un par de meses del cierre de este curso escolar la noticia no ha podido venir en mejor momento y la realidad es que para el curso 2017-2018 se ofertarán 50 plazas del primer curso del nivel Infantil, como ha venido siendo habitual desde hace muchos años.
La reducción fue consecuencia de la disminución de la población infantil nacida en el año de referencia para la escolarización pasada, es decir el 2013. Loja ha contado de hecho para el curso actual con cerca de 40 niños de 3 años menos que el anterior; en total han sido unos 140 alumnos de esa edad los escolarizados en el casco urbano lojeño este curso que en breve concluirá.
