Coincidiendo con la visita que la ministra de Fomento, Ana Pastor, realiza hoy a las obras de la autovía del Mediterráneo A-7 en la provincia de Granada, se espera que despeje las dudas sobre el paso del AVE por Loja y su correspondiente estación o la integración del AVE en Granada. Son estos los dos asuntos que están suponiendo un verdadero escollo para que esta infraestructura ferroviaria llegue finalmente hasta Granada.
La ministra vuelve hoy a Granada para analizar pormenorizadamente la evolución de la A-7 Según confirmó ayer la Subdelegación del Gobierno en Granada, la intención de Pastor es recorrer todos los tramos en ejecución de la Autovía del Mediterráneo a su paso por Granada, arrancando desde el Albuñol-Polopos. En la Subdelegación calculaban ayer que Ana Pastor estará por la Costa desde las once de la mañana, aproximadamente
Esta visita tan esperada se produce dieciocho meses después de su visita fugaz a la Costa granadina, cuando en plena campaña electoral pasó por Motril y no llegó a pisar la autovía. La última vez que pisó la capital fue el 16 de marzo de 2012 a instancias de la Diputación. El motivo de su visita fue poner punto y final al debate de la ubicación de la futura estación del AVE. En aquel entonces enfatizó en el hecho de que las modernas instalaciones que su departamento llevará a cabo para recibir a los trenes de alta velocidad, «habrán de dar accesibilidad a los ciudadanos de Granada y, por lo tanto, cualquier estación en la que estemos pensando será siempre con esa premisa».
A lo largo de este año, 2013, han sido varias las ocasiones en que el subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, ha anunciado que la titular de Fomento vendría para aclarar cuales son los planes de su ministerio en cuanto a los tramos que faltan por contratar y ejecutar en el municipio lojeño, así como la solución adoptada para la estación AVE de Loja. Sin embargo la visita, que se esperaba para antes del verano, se ha ido retrasando y, por tanto, esta debería ser la ocasión en que se matizaran todos esos aspectos. Unos planes que desvelarán si, finalmente, se llevan a cabo los proyectos aprobados por el Gobierno anterior y pendientes de licitar, que pasarían por la falda de la Sierra de Loja y ubicaría la nueva estación AVE junto al cruce de la A92 con la carretera de Venta del Rayo; o si, por el contrario, se opta por hacer discurrir el paso por la actual línea ferroviaria, mejorada y remozando la actual estación de San Francisco. A no ser que los técnicos de Adif hayan estudiado alguna otra posibilidad, hasta ahora no presentada.
Desde la visión del Ministerio de Fomento, la primera opción cuenta con el hándicap de su coste, que asciende a unos 300 millones de euros, una cantidad que la propia ministra ha dicho en más de una ocasión que era muy elevada para el ahorro temporal que supondría en el cómputo total del viaje desde Granada a Madrid.
La segunda, que se hizo pública al desvelarse el contenido de un documento interno de Adif, que luego fue negado por la propia empresa pública encargada de la administración de las infraestructuras ferroviarias, cuenta con muchos detractores, incluyendo al Ayuntamiento de Loja, que junto a otras entidades y colectivos, entre ellos la Confederación Granadina de Empresarios o el Grupo de Desarrollo Rural del Poniente Granadino, amén de los ayuntamientos de la comarca por los que transcurrirá la línea de alta velocidad, se alinearon en contra de consolidar esta decimonónica vía como alternativa al AVE, a no ser que fuese una solución temporal hasta que se ejecutara el trazado por la Sierra de Loja. En cuyo caso, las obras del nuevo proyecto deberían completarse hasta la nueva estación AVE, con lo que se conseguiría que la alta velocidad estuviese ya ejecutiva en la provincia de Granada. En este sentido hay que aclarar que alguna de las formaciones políticas lojeñas apostó porque se estudiara otra solución.
Sin duda, todos los focos apuntan hoy hacia la que debe ser una comparecencia esclarecedora y definitiva de la ministra Ana Pastor.








