La II Marcha Solidaria por la Inclusión reunió a más de un centenar usuarios del Centro Ocupacional ‘El Olivo 81’ y la Residencia Sierra de Loja- Grupo Alfaguara, junto a familiares, profesionales y vecinos en un recorrido que partió del barrio de Mesón de Arroyo y finalizó en la plaza Mirador del Genil. El frío mermó la presencia de marchadores, aunque el número de inscripciones rozó los 400, para una jornada marcada por el compromiso y el apoyo a la causa benéfica destinada a sufragar las terapias ecuestres del pequeño Dante, que sufre parálisis cerebral.
La iniciativa, organizada por estos dos centros de personas con diversidad funcional, en colaboración con el Ayuntamiento de Loja, se enmarcó en los actos del Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Durante el evento, los usuarios dieron lectura a un manifiesto en defensa de los derechos, la visibilidad y la plena inclusión social del colectivo.
La directora del Centro Ocupacional El Olivo 81, Almudena Sánchez, agradeció la participación pese a las bajas temperaturas. “Ha sido un trabajo muy duro de mucha gente, pero lo hemos conseguido. Lo mejor es estar hoy aquí para ayudar al pequeño Dante, un niño maravilloso. Entre todos vamos a contribuir a que su terapia con caballos le haga un poquito más feliz”.
A continuación, tomó la palabra Álvaro Montoya, director de la Residencia de Gravemente Afectados Sierra de Loja, junto al responsable de la sección de Adultos, José María Toral, quien destacó la esencia solidaria que caracteriza esta marcha desde hace dos años. “Queremos ayudar cada año a una persona o familia que convive con algún tipo de diversidad. Son personas que se enfrentan a muchos obstáculos y, si podemos aportar algo, para eso estamos. Gracias a todos y también a las empresas que habéis puesto vuestro granito de arena”.
La madre de Dante, Beatriz, mostró su agradecimiento por la implicación del municipio. “Gracias a cada uno de vosotros por implicaros en la terapia de mi hijo. Dante no ha podido venir por el frío y por el riesgo de gripe, que para él es especialmente complicado, pero estamos muy agradecidos por todo vuestro apoyo”.
Tras la lectura del manifiesto por parte de los usuarios -traducido también a lengua de signos para garantizar la accesibilidad-, se recordó la importancia de avanzar en la eliminación de barreras arquitectónicas, sociales y culturales. El texto subrayó que “la inclusión es un derecho” y reivindicó mayor visibilidad, oportunidades y apoyos para que las personas con diversidad funcional puedan ejercer su autonomía y participar plenamente en la sociedad.
Antes del comienzo de la marcha, el acto concluyó con la intervención de Purificación Barranco, representante de la asociación de Fibromialgia Afim Loja, quien destacó el valor del trabajo conjunto. “Tenemos que ayudarles en sus proyectos, en lo que quieran hacer, estar con ellos y apoyarles mucho. Ellos ya son grandes; lo que tenemos que hacer es acompañarles y reconocer su esfuerzo”.
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