La Estrategia para la Restauración y Renaturalización de los Ecosistemas Fluviales en el Término Municipal de Loja y la Reducción del Riesgo de Inundación del Entorno Urbano del Río Genil, que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia, financiado por la Unión Europea- NextGenerationEU, sigue avanzando. Desde que se firmó el acta de replanteo de estas obras de ejecución del denominado ‘Paseo del Genil’, el 14 de marzo de 2025, la acción no ha cesado hasta encontrarse más allá del 50% de su materialización. Cabe destacar que el plazo para su finalización se ha ampliado hasta finales de marzo de 2026, lo que facilitará la inversión integra de los más de 3,5 millones euros destinados para tal efecto.
En la actuación que se está llevando a cabo en los 4,5 kilómetros del tramo del río a su paso por la urbe lojeña, se ejecutan medidas en un área de inundación de aproximadamente 50.000 metros cuadrados. Hasta el momento se ha avanzado en los trabajos de limpieza y desbroce de la llanura de inundación en la zona del encauzamiento del tramo urbano y en el desbroce de senderos para acceder a los dos márgenes del río desde el monumento natural del paraje de los Infiernos Altos hasta Puente Quebrá.
La zona más activa, al menos para la ciudadanía, es en la llanura de inundación río abajo del Puente Gran Capitán. En ese punto se trabaja en la eliminación de motas, que son las barreras longitudinales existentes en los márgenes del río y que evitan que el agua salga de forma fácil hacia la llanura de inundación. En ese espacio también se ha actuado en la extracción de escombros y en la explanación de la llanura de inundación para que en caso de inundaciones las aguas laminen en esa meseta y salgan y entren en el cauce generando los mínimos daños. Reseñar la gran cantidad de desechos que existían, con materiales de obras y todo tipo de materiales abandonados en los más de diez años de creación del encauzamiento.
Por otro lado, se está actuando en la renaturalización de la escollera, rellenando con tierra el hueco entre las piedras y extendiendo una capa de tierra vegetal para su posterior plantación. La terminación es de un color verde muy llamativa, debido a la instalación de una manta orgánica de protección. La recuperación de estas medidas de ingeniería de protección, como son las escolleras, permite ganar otros espacios en altura desde donde se puede ver la dimensión de llanura fluvial.
En el propio cauce también se actúa para su protección. Es el caso de la ejecución de novedosas medidas de bioingeniería. Se actúa principalmente en zonas degradadas del cauce. Esas medidas se pueden observan con claros ejemplos en el entorno del Puente Gran Capitán con empalizadas de madera y otros métodos que protegen de la erosión el margen del río.
Una medida que se observa de forma clara, y que es lo que más llama la atención, es la creación de las tres lagunas que se sitúan repartidas por la llanura de inundación de la segunda fase del parque fluvial río abajo. Éstas forman parte del sistema para el uso de remanentes de agua y se comunican mediante acequias que van a parar al río. Estas se alimentan de dos depósitos que captan sobrantes de agua de la zona.
José Antonio Gallego, teniente de alcalde delegado de Urbanismo y Fondos Europeos, ha incidido en que todavía no hay ninguna zona terminada. “Todo va avanzando a buen ritmo, pero todavía faltan algunas fases”, ha comentado el edil que destaca que sobre todo faltan las plantaciones y siembra. “Aún no estamos en ese periodo en que para la savia y se puede actuar”, ha informado Gallego que incide en que hay que esperar a que bajen las temperaturas y el clima sea más otoñal. Por último, destaca que falta completar capítulos y comenzar con las medidas para riego, uso de aguas y las plantaciones.
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