La vida ha vuelto a la Residencia de la Misericordia. Los familiares ya pueden visitar a sus seres queridos y éstos recuperan salidas y actividades. Aunque con mucha cautela, la presencia del virus sigue siendo evidente, los peores momentos quedan atrás. Aún así, no se olvidan los terribles sucesos vividos, son muchos los trabajadores y residentes que han quedado marcados por meses de desesperanza y dolor.
Recordando esos instantes y las ayudas prestadas por entidades y ciudadanos en general, las tres oficinas de La Caixa en Loja quisieron visitar la residencia para agradecer la labor de los trabajadores y recordar como su Obra Social ayudó en la compra de Equipos de Protección Individual en el peor momento de esta crisis. Gracias al ‘alma’ de esta entidad financiera se aportó 3.000 euros para ayudar al presupuesto de compra de estos necesarios materiales. Para hacernos una idea de la falta de recursos para comprar EPI, la Residencia la Misericordia cuantifica en más de 25.000 euros el coste en compra de estos productos desde junio a diciembre del pasado año. Un montante que obviamente nadie preveía tener que hacer.
Susana Luque, directora de la residencia, agradecía la visita de los representantes de La Caixa y reconoció que la ayuda llegó en unos momentos muy difíciles. También informó que esta Obra Social, además de los 3.000 euros, mandó productos a la residencia en el inicio de la crisis. Luque admitió que no se tenía contemplado el coste de compra de estos materiales y que toda ayuda fue muy bien recibida. “Gracias a ellos hemos salido adelante y hemos dejado atrás momentos muy difíciles”, comentó la directora.
Raquel Martín, directora de la oficina de La Caixa en la Plaza de la Victoria, acompañada de sus compañeros de otras oficinas ubicadas en Duque de Valencia y Avenida de Los Ángeles, José Murillo y Juani Castañeda, se mostró muy orgullosa de la labor de la Obra Social de su entidad y admitía que lo que más les gusta es que parte de los 510.000 euros anuales que contempla parte se queden en Loja. La directora informó que fue iniciativa propia la de ponerse en contacto con el alcalde y la residencia para ofrecer ayuda y que en ese momento se decidió aportar fondos para los EPI. Martín quiso poner en relieve la labor de los trabajadores de la residencia y se mostró con esperanza en que la vida vuelva al centro. Por último recordó que La Caixa crece en Loja con tres oficinas y deseó que la labor de atención a la ciudadanía sirva para hacer un municipio más próspero.
El alcalde de Loja, Joaquín Camacho, aseguró que la ayuda había sido muy importante para la residencia y que La Caixa es un ejemplo de entidad bancaria comprometida con la sociedad. El regidor manifestó emocionarse al ver como la residencia recupera la vida, reiterando que se recuperan actividades pero se mantiene la seguridad. Camacho tuvo palabras de reconocimiento a los trabajadores, de los que destacó que doblaron horas y esfuerzos para superar la situación. “No tenemos vida para agradecer lo que han hecho”, afirmó el primer edil.
