Este pasado miércoles 25 de agosto se llevó a cabo el acto de clausura de la novena edición de la Escuela de Verano de Loja. El programa se volvió a desarrollar en las instalaciones del Colegio Elena Martín Vivaldi con la financiación de la Junta de Andalucía, la colaboración del Ayuntamiento y la ejecución de Cruz Roja. Era el momento final de una actividad que comenzó el pasado 1 de julio.
En total se han atendido en esta edición a un total de 52 menores de 26 familias en riesgo de exclusión social. De ellas 16 son habituales de los programas de la Asamblea Comarcal de Loja y 10 derivadas de los Servicios Sociales Comunitarios del municipio. El objetivo que se persigue es luchar contra las carencias alimenticias de estos menores y conseguir que durante este tiempo los menores vivan en un entorno satisfactorio.
Como el pasado año la escuela ha tomado una serie de medidas protocolarias contra la pandemia. Se ha contado con un total de 5 monitorias y una coordinadora que han posibilitado crear aulas burbujas. Además, los menores desayunaban en el centro pero el resto de comidas, como son almuerzo y merienda, se lo llevaban en recipientes herméticos a sus casas.
En el acto de clausura se pudieron ver llantos de algunos pequeños que no querían que se acabara la actividad y gran emoción por parte de monitores y voluntarios. Como en pasadas ediciones se le entregó a cada menor un obsequio, en este caso fue una bolsa mochila, un diploma y un cupón descuento para compra de materiales. También se rindió homenaje a voluntarios y monitores.
Para la entrega de estos reconocimientos, se contó con la presencia de la coordinadora de Cruz Roja, María José Malagón, quien agradecía el apoyo que hacía la ONG habían mostrado tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento de Loja. La representante de Cruz Roja reseñó que el fin un año más se ha logrado con “una escuela en igualdad y niños y niñas más felices”. En ese sentido aseguró que gracias a la labor de trabajadores y voluntarios se logra cumplir con el lema de Crus Roja, “cada días más cerca de las personas”.
La voluntaria Lola Muñoz, enumeró en un medido relato cada una de las actividades desarrolladas en estos casi dos meses de escuela. Entre ellas destacó las manualidades, excursiones y baños en la piscina. Muñoz aseguró que los pequeños se llevan en sus mochilas no solo sus manualidades sino un montón más de recuerdos y vivencias.
Por parte del Ayuntamiento acudió la concejala de Bienestar Social, Matilde Oertiz, quien estuvo acompañada de la directora del Área de Bienestar Social, Ana Ávila, y el teniente de alcalde, Joaquín Ordóñez. La edil aseguró que gracias a estos programas de la Junta de Andalucía se da respuesta a multitud de menores pero también se genera empleo, cuantificando en 600 las contrataciones llevadas a cabo en toda la comunidad autónoma. Ortiz mostró todo el apoyo del Ayuntamiento con esta Escuela de Verano ya que entiende “son las personas las que nos interesan”.
En representación de los monitores habló la coordinadora de la escuela, Bea Jiménez, quien muy emocionada agradecía la confianza depositada. La coordinadora se mostró muy satisfecha de que los menores no quisieran acabar la actividad lo que demuestra el buen trabajo realizado. Ésta destacó la labor de los trabajadores y voluntarios.
Tras este acto los pequeños pudieron ver un vídeo resumen de todas las excursiones llevadas a cabo en la escuela. También recogieron sus manualidades, que mostraron en un stand. El culmen llegó con una fiesta de despedida con deslizantes de agua, talleres y juegos a cargo de la empresa local Eventos Non Stop.
