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viernes, 19 de abril de 2024

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Bonachera - Roscos de Loja

Ascensión Flores “Chon” se jubila y espera encontrar un relevo para que su histórica churrería siga dando vida al centro histórico

El pasado 31 de diciembre recibió un sentido homenaje de familiares, amigos y compañeros comerciantes con el apoyo del Ayuntamiento de Loja que reconoce la labor de esta querida lojeña durante más de treinta años

Hay negocios que marcan  a todo un barrio, y los hay que incluso se convierten en todo un emblema de la ciudad. Es el caso de los ‘Teeringos de la Chon’ en pleno casco histórico de Loja. Sin duda se trata todo un referente que ha contado con el cariño de lojeños y visitantes. 

Ascensión Flores “Chon” es la regente en solitario de su churrería desde hace más de 30 años y ahora ha llegado el momento de su jubilación forzosa. Fue el pasado 31 de diciembre cuando colgaba el delantal con tristeza, pero orgullosa del cariño que había conseguido tras su largo periplo laboral. 

Con su jubilación, Chon cierra toda una tradición familiar que comenzó en los años 30 del Siglo XX con su bisabuelo. Ella comenzó a trabajar en la churrería con apenas 14 años acompañando a su padre, Juan Flores. Fue en el 1990 cuando se crea el actual kiosco que ahora tiene que abandonar muy a su pesar. Atrás quedaron el fogón de carbón y las sartenes viejas, que sustituyó por un completo equipo de acero inoxidable, aunque mantiene el molde inoxidable que hicieron expresamente en Barcelona para su padre con su correspondiente mazo de madera. Y otra cosa que no varía es la receta de tan exquisito manjar: agua, sal, harina de trigo y aceite de oliva virgen extra; y el secreto del arte y la maestría con que fríe las ruedas que tienen precios tan económicos como 80 céntimos, en adelante.

Con tan extensa historia, la despedida de Ascensión debía ser importante, y lo fue. El pasado 31 de diciembre, tras su última mañana de trabajo, familiares, amigos y compañeros comerciantes de la zona, le rindieron un emotivo homenaje. Con el apoyo del Ayuntamiento de Loja- se contó con la presencia del alcalde, la concejala de Comercio y otros ediles- Chon recibió un ramo de flores y una placa conmemorativa de tal día. Con emoción la reconocida lojeña admitía que no era un día bonito ni de enhorabuena para ella, ya que no quería dejar su trabajo de toda la vida. 

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