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miércoles, 24 de abril de 2024

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Mª Carmen Jáimez se jubila tras 52 al frente de su carnicería del Mercado de Abastos

Este tradicional negocio lojeño se despide tras más de 100 años de actividad

Dice adiós uno de los negocios más señeros de Loja. Se trata del puesto número 6 del Mercado de Abastos, la carnicería que regenta Mª Carmen Jáimez López. Esta comerciante, que representa la cuarta generación de una muy conocida familia de carniceros, se jubila culminando una trayectoria comercial de más de 100 años que comenzó con su bisabuela y que se ha ido heredando de madres a hijas.  

Jáimez se ha despedido emocionada. Dice estar abrumada por todas las muestras de cariño que ha recibido de sus clientes los últimos días, también de sus compañeros de mercado y de la Asociación de Comerciantes del Casco Histórico y Área de Comercio del Ayuntamiento, que le entregaron un ramo de flores y una placa conmemorativa. 

Han sido 52 años con el delantal puesto, en un negocio que ha sido “la vida” de esta comerciante. Allí ha pasado largas jornadas de trabajo y numerosas vicisitudes, aunque el balance que hace es muy bueno. Destaca sobre todo el cariño recibido todo este tiempo.  

El nacimiento de Mª Carmen casi se produce en el viejo puesto de sus padres en el antiguo mercado, ya que su madre se ausentó del local lo justo para dar a luz a una bebé que pasaría su niñez jugando entre los históricos puestos de la vetusta plaza. Jáimez ha conocido a la perfección todas las etapas por las que ha pasado el mercado del centro histórico lojeño. Desde aquella plaza con aspecto arabista que se cerró por peligro de derrumbe en los años 80, pasando por el patio central del que fuera colegio de las monjas en la misma zona, hasta los cambios producidos en el actual emplazamiento. 

Puede estar orgullosa de los productos de calidad que ha ofrecido a los lojeños en estos últimos 52 años. Además de todo tipo de carnes, ha ido incorporando elaboraciones propias, como albóndigas, flamenquines, croquetas o hamburguesas de diferente composición, hechas todas con las mejores materias primas, artesanalmente y un cariño especial.

Ninguno de sus hijos va a continuar con su explotación, por lo que se ve obligada a poner fin a su negocio. Ahora se abre una nueva etapa, la de la jubilación, que Jáimez quiere aprovechar al máximo con actividades que hasta ahora no ha podido hacer por falta de tiempo. 

Mª Carmen Jáimez se jubila, pero el puesto de carnicería continuará abierto con un nuevo propietario.

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