Poco después de las 11 horas las calles del Barrio Alto se llenaban de nuevo de algarabío. No se preveía tal fervor dado que los Lunes Santo el mundo cofrade lojeño se lo toma de descanso. Pero el testigo es cogido desde hace unos años por los más pequeños de la Escuela Infantil Granja Lúdica.
El Cristo del Amor y Nuestra Señora de la Paz volvieron a protagonizar la mañana de un lunes donde decenas de pequeños demostraron que la Semana Santa de Loja tiene cantera. No faltó detalle a la comitiva que la comandó un cuerpo de tambores. Tras ellos se contó con todos los personajes típicos del municipio como son horquilleros, Incensarios, mantillas, penitentes, tambores, estandartes, etc.
Muchos padres y familiares disfrutaban con sus niños orgullosos de que conocieron de forma tan amena las tradiciones de su tierra. Eran momentos de fotos y alegría. La procesión infantil recorrió diferentes calles centrales del barrio hasta llegar a la Plaza del Carnaval. Allí se disfrutó de las saetas de las lojeñas Remedios y Lourdes. A partir de ahí se inició el retorno al centro.
Mari Carmen Arjona, directora de esta escuela infantil, reseñaba que este año se contaba con aquellos alumnos que hace dos años no pudieron hacer la actividad. También recordó como muchos de ellos acudían con otros familiares en lo que ya se había convertido en toda una tradición. Para Arjona fomentar que los pequeños conozcan sus raíces es algo fundamental y ameno que les permite relacionarse.
