Nos merecíamos un Domingo de Ramos completo y repleto tras dos años de parón, y así fue. Completo, ya que permitió salir a las dos estaciones de penitencia del día, y repleto, por la cantidad de público que inundó las calles por donde transcurrían los cortejos. Hubo tiempo de reencuentros con los amigos, de lucir los mejores atuendos y de alargar la jornada dominical más de lo habitual. Fue como tantas veces los cofrades lojeños soñaron, un año para recordar que ya forma parte de la historia de la Semana Santa Decana de Granada.
Sin duda la esperada cita queda marcada por la salida del último titular de la Hermandad del Domingo de Ramos, la imagen del Ecce Homo. La escultura, de presunta autoría granadina y fecha incierta, lució impoluta en su nuevo trono, este aún en basto pero con unas líneas que lo harán único. Es una incorporación muy valiosa para la Semana Santa lojeña que crea un cortejo lleno de posibilidades.
Pero el día comenzó bien temprano y con un sol resplandeciente. A las 10 horas el Convento de Santa Clara albergaba la bendición de palmas y ramas de olivo. De allí se llevó a cabo el traslado de Nuestro Padre Jesús en su Entrada Triunfal de Jerusalén hasta la Iglesia de la Encarnación. Fue en este templo donde con la presencia de los estandartes de las 11 Hermandades y Cofradías de Loja se celebró la Eucaristía conjunta del Domingo de Ramos con la lectura de la Pasión de Cristo.
Poco después del mediodía arrancó la primera de las dos procesiones del día. Los tambores de la Hermandad más menudos iniciaron un cortejo protagonizado por los más pequeños. Toques de campanitas y palmas dieron el halo necesario a tan bonita mañana. Reconocer que antiguos miembros de la Agrupación, como es el caso de José Moya, acompañaron justo detrás del trono. Lo mismo hicieron los tres párrocos del municipio.
La Borriquilla, como se le conoce popularmente, llegó con los sones de la marcha Barrabás a zona de tribuna. Mencionar el estreno en esta Semana Santa de la banda local ‘Flor Entre Espinas’. Dos años de esfuerzos y ensayos dieron sus frutos con una musicalidad que nada tiene que envidiar a otras formaciones. Aunque este año los ensayos de los horquilleros se han reducido a dos jornadas, se pudo comprobar el trabajo de estos buscando realizar una buena entrada y salida. El póstor, Cristobal Cerrillo, llevó con dedicación cada golpe de sus horquilleros. Mucho público se congregó en este tramo, gracias a un horario mucho más benévolo que el de pasadas ediciones.
Tras un bonito paso por el Barrio Alto, la comitiva llegó de regreso al Convento de Santa Clara poco antes de las 14:30 horas. Las pinturas majestuosas de la iglesia conventual dieron la bienvenida al Jesús más alegre de la Pasión lojeña. Su bendición quedó de nuevo como imagen de inicio de la Semana Santa lojeña.
Después del almuerzo, que llenó los establecimientos hosteleros de diferentes puntos de la ciudad, llegó la segunda salida procesional de esta Hermandad. Era el momento de completar la idea de este grupo de cofrades que tras 10 años saliendo en Loja veían la llegada del último de sus Titulares. Lleno absoluto en las inmediaciones de la portada principal de la Iglesia de San Gabriel para recibir al Ecce Homo.
Juan Miguel Alba, fue el postor que ha dirigido a los primeros 40 hoisrquilleros y horquilleras de este Jesús burlado como Rey. La obra, de tamaño más reducido del natural, se hizo gigante en su nuevo trono. Aún en basto, sus líneas dejan a las claras que será único en la Semana Santa Lojeña. Fue recibido con una ovación y acompañado con fervor por un cortejo de penitentes de alto capirote y túnica impoluta.
Y llegó de nuevo la Luz, ya nuestra Luz. Cumplía la décima estación de penitencia esta Virgen bella que roba corazones a cada paso. La emoción de su cuerpo de horquilleras quedó otra vez patente al igual que su buen hacer en cada golpe anunciado por su póstor, Encarnación Martínez. Emoción en el caminar de la Virgen por cada punto, tribuna, Barrio Alto y sobre todo encierro. La Banda de Música de Loja participó en su segundo cortejo en esta Semana Santa.
Vitores en cada paso y lleno de público por todo el recorrido. Fueron casi cinco horas de procesión donde tambores, mantillas y penitentes disfrutaron de sus Titulares. No faltaron las saetas, ni gestos de emoción como el golpe de Juanmi ‘Sereno’ al Ecce Homo conmemorando la salida de éste en una Semana Santa de antaño en sustitución de nuestro Jesús Preso. Momentos para el recuerdo, que ya son historia cofrade del municipio.
