La Semana Santa Decana de Granada, la de Loja, vivió el pasado viernes el acto principal de la Agrupación de Hermandades y Cofradías con la entrega de su máximo reconocimiento, la Naveta de Plata, y el pregón oficial. Fue el momento culmen de una Cuaresma que vive en el ecuador con la esperanza de la recuperación de la calle por parte del cofrade. Hay ganas, muchas, de abrazar unas tradiciones postergadas por la pandemia.
Hubo lleno en el Auditorio Adolfo Suárez para reponer sentimientos y recordar a los desaparecidos. Para dar ese halo de misticismo era fundamental la música, algo que aportó en el inicio la Banda de Tambores y Cornetas Flor Entre Espinas. El buen hacer de esta agrupación quedó patente con la interpretación de cuatro marchas.
Tras ello, el presidente de la Agrupación, Ramón Pérez, dio la bienvenida a los presentes y agradeció el esfuerzo del pregonero y la aceptación del galardonado. Pérez enfatizó la vuelta a las calles del sentimiento cofrade y recordó el ejemplo que se debe dar en cada manifestación religiosa. Por último aprovechó para agradecer el esfuerzo de su Junta de Gobierno y deseó que la Semana Santa sea plena para todos.
En representación del Ayuntamiento de Loja tomó la palabra el concejal de Cultura, José Antonio Gómez, al estar en casa por ser positivo de COVID, el alcalde. Gómez incidió en las peculiaridades de la Semana Santa de Loja y en la defensa y apoyo del Consistorio a la labor de la Agrupación. También deseó la recuperación de todo lo que se fue antes de la pandemia.
Llegó el momento de la entrega de la Naveta de Plata al que fuera párroco de la Iglesia de Santa Catalina durante los últimos años, Manuel Molina. Es el segundo sacerdote que recibe tal reconocimiento después de Manuel Torres Bayo. Molina agradeció tal reconocimiento y lo hizo extensivo a la labor de sus compañeros. El ex consiliario de la Agrupación pidió que ésta siga con la gran labor emprendida y pidió cercanía a la labor de las tres parroquias.
El protagonismo quedó entonces en manos del pregonero, Julián Martín, quien fue presentado por su hijo Alejandro. “Él siempre se prepara para dar lo máximo”, aseguró el vástago del pregonero adelantando que su padre buscaría deparar lo mejor en la presentación de su Semana Santa. Con emoción le dio paso convencido de que este momento quedará para el recuerdo de su desarrollo personal.
La penumbra llegó al auditorio solo iluminada por los faroles de los penitentes y la imponente imagen del Santísimo Cristo de los Favores. Él fue quien no dejó de estar presente en cada parte del pregón. Sus brazos abiertos fueron el abrazo que Julián ejemplificaba en una alocución llamada a recuperar la cercanía, lo social.
Comenzó el pregonero acordándose de los que no están, de los que nos dejaron por culpa de la pandemia. Encendió un hachón en señal de recuerdo bajo el sonido del violonchelo. Ese recuerdo apareció en varios tramos del pregón, reseñándose que habrá huecos que se harán gigantes en los momentos que se vivirán.
La alocución quedó marcada por las vivencias del pregonero, desde su enamoramiento con sus Favores hasta su llegada a la Ermita de Jesús. Todo ello quedó acompasado con la participación de la Banda de Música de Loja y las saetas del lojeño Antonio Moreno ‘El Calero’. No faltaron sus tambores negros, de los que él participó aunque ahora sea un penitente más.
Martín tuvo palabras para cada una de las 11 Hermandades y Cofradías de Loja. Reiteró el esfuerzo de todas ellas por salir dignamente a la calle y recordó que en su municipio todos se esfuerzan en apoyar su Semana Santa. Desde el Viernes de Dolores al Viernes Santo, el pregonero regaló piropos a Titulares y peculiaridades.
Con cansancio pero con el alma limpia, aseguró el pregonero al final de su alocución, el cofrade llega al final de una intensa semana. Martín mostró su satisfacción de saber que tras él, sus nietos e hijos, seguirán cada primavera con esta tradición. Se despidió con un abrazo por los que ya no están, por los que vendrán y por los que estamos.
La Agrupación reconoció con un pequeño morrión, realizado por la Residencia Sierra de Loja, la labor del pregonero. Lo mismo hizo el Ayuntamiento con una réplica de la fachada del Palacio de Narváez. Fue el final de un pregón que marca los últimos días de la llegada del pregón infantil que Ángela Cuevas interpretará este viernes 25 de marzo.
