Uno de los momentos más emotivos que se vivió en la jornada conmemorativa del 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia de Género, fue el descubrimiento de una placa con el nombre de Irene López, víctima de esta lacra social hace dos años a manos de su ex pareja. El lugar elegido por el Área de Igualdad del Ayuntamiento de Loja fue la plaza aledaña al colegio rural Gibalto en la pedanía de Fuente Camacho, de donde era natural.
En dicho acto estuvieron presentes su padre Mariano López, dos de sus hermanos y familiares cercanos, acompañados por escolares y maestros del centro rural, autoridades locales y vecinos con la única finalidad de visibilizar en esta fecha este tipo de violencia que, a día de hoy, “lleva contabilizadas a 37 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas”, como expuso la concejala de Igualdad, Matilde Ortiz.
“Con motivo de esta efeméride, hoy hemos querido venir a la pedanía de Fuente Camacho, donde por desgracia, este terrible zarpazo de la violencia de género se llevó la vida de una vecina, Irene López, asesinada a manos de su expareja, y lo hacemos con un simple gesto como es descubrir una placa que lleva su nombre en una plaza que, todas las personas que se acerquen a disfrutar de este espacio, la van a tener presente”, argumentó.
Una acción que nace de la asociación ‘Loja por la Igualdad, con la que se suma a la iniciativa de Cruz Roja Española para poner nombres de mujeres a distintas calles del término municipal, y que han dado forma desde el área de Igualdad.
Seguidamente, la directora del CPR Gibalto, Victoria Castellano, agradeció –sobre todo- la presencia de la familia de la homenajeada porque “hoy manifestarnos en contra de esta violencia es también un dolor para vosotros y os acompañamos en ello”. Desde este colegio, siempre “nos vamos a sumar a todas las propuestas que se hagan a favor de la igualdad entre hombres y mujeres, porque desde pequeños hay que sembrar esa semilla para que la sociedad que estamos creando sea una sociedad mucho más igualitaria”.
Al hilo de sus palabras, Carmen, como coordinadora de coeducación, resaltó la importancia que tiene “inculcar en nuestro alumnado la prevención contra la violencia de género y educarlos en la igualdad, porque nos beneficia a la sociedad en general porque estamos educando a las generaciones futuras”.
A continuación, fueron los propios alumnos los encargados de dar a conocer las actividades que realizan sobre este tema en sus centros de Fuente Camacho y Riofrío, como fue el caso de Lucía, quien explicó que “cada uno ha escrito lo que siente por esta persona en especial en estas bonitas chapas que os vamos a regalar”.
Diego habló de su experiencia con una artista lojeña “feminista, llamada Irene Zafra, que mediante un vídeo nos ha propuesto un reto: nos da a conocer una artista japonesa Yayoi Kusama y nos invita a realizar unas obras inspiradas en sus producciones que pronto tendremos en redes sociales”. Y le siguió Daniela que presentó la canción ‘Que no’, de Rozalén. “Hemos elegido esta canción porque habla de la importancia de quererse y cuidarse a uno mismo, así como saber decir que no”.
Al finalizar, la alumna Irache dio lectura a un manifiesto por este 25N con el recuerdo a Irene, cuyo “orígenes están en nuestro pueblo y que perdió su vida víctima de la violencia”. En este acto reclamaron la atención de “la sociedad y los gobiernos sobre el hecho que la violencia entre las mujeres y las niñas es una forma de violencia, más extendida en todo el mundo” y trasladaron su compromiso de trabajar contra “esta lacra social y cualquier tipo de violencia”.
A su conclusión, el alcalde de Loja, Joaquín Camacho, se refirió al significado de este día, que “no es un día de celebración, sino para gritar alto y claro las cosas tristes que hay en este mundo con el fin de que no se repitan”. Y, de ahí, la importancia de esta chapa para que “los niños desde pequeños tengan claro este mensaje con una chapa, una canción o una pancarta y que, en su día a día, hay que ser justo con los demás y no hacer daño a nadie”.
Se refirió al acto celebrado en Fuente Camacho, porque “ante la imposibilidad de recomponer un hecho doloroso, la sociedad lojeña tenía la obligación de recordar, para no repetir, el nombre de una vecina de esta pedanía y lanzar un mensaje de recuerdo”.
Como cierre de las intervenciones, el regidor descubrió la placa conmemorativa, junto al padre de Irene. Fue su prima Francisca Raya, quien dio voz a las palabras de sus hijos, Bárbara y Héctor, que no pudieron estar presentes este día. “Mil gracias de corazón a toda la gente que ha hecho posible que se celebre este homenaje tan bonito en un lugar donde ella fue feliz y dejó sus huellas para siempre”, fueron algunas de las palabras que recogía el escrito. Los asistentes guardaron un minuto de silencio por todas aquellas mujeres que “han sufrido o están sufriendo esta violencia”.
