María Guerrero Núñez, de 97 años de edad, y Rafael Velázquez Fusteros, de 92, encarnaron en la Cena Homenaje a las Personas Mayores de Loja, el espíritu de lucha, de entrega, de sacrificio y de amor que es común a las personas de más edad de este municipio. Así se puso de relieve en el acto que sirvió de apertura, un año más, a la Feria Grande de Loja, y así se le reconoció por parte del ayuntamiento de la ciudad.
Ambos eran las personas más longevas de cuantas se dieron cita, alrededor de 1.300, en el Complejo de Piscinas Genil, lugar donde se celebró, en medio de un formidable ambiente, el acto de reconocimiento a la labor desarrollada por los mayores del municipio.
De todos los puntos de la geografía lojeña, salvo de Ventorros de San José que realiza su propia fiesta, acudieron participantes, con ellos las autoridades locales, como el alcalde, Joaquín Camacho, la concejal de Bienestar Social, Matilde Ortiz, que ofició de anfitriona, el portavoz del equipo de Gobierno del PP, Joaquín Ordoñez, el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Gonzalo Vázquez, y sus compañeras Juani Mancilla y Encarni Valero. También el ejecutivo andaluz estuvo representado por la delegada del Gobierno, Sandra García; y junto a todos ellos el capitan de la Guardia Civil Diego Sánchez, y los alcaldes y alcaldesas pedáneos de las localidades anejas.
En el transcurso de la fiesta, que fue presentada por quien firma esta crónica, se rifaron un buen número de regalos ofrecidos por la empresa encargada del cátering, Grupo Abades, se contó con la actuación musical de Víctor Huertas, y se repartieron entre los asistentes jabones artesanales confeccionados por el Taller Ocupacional de Personas con Discapacidad del consistorio lojeño.
En suma, una magnífica ocasión para compartir historias, vivencias, entretenimiento y diversión bajo el prisma de la hermandad y la amistad.
En las labores de asistencia, además del personal de Bienestar Social, estuvieron efectivos de la Policía Local, Protección Civil y Cruz Roja.
