Este 2022 está siendo un año muy seco, y eso lo atestiguan los pantanos de toda la provincia que muestran una imagen desoladora. De media se encuentran al 36,8 por ciento de su capacidad, casi siete puntos menos que hace un año, pero 21 menos que la media histórica para esta semana.
En los últimos siete días, los embalses granadinos han perdido un uno por ciento de su agua embalsada, según los datos oficiales recogidos por el portal embalses.net y consultados por El Corto de Loja. Como no hay previsión de lluvias ni a corto ni a medio plazo, la situación continuará agravándose las próximas semanas.
El embalse más cercano a Loja, y que baña tierras de Ventorros de Balerma, el de Iznájar, muestra una situación aún más preocupante: ahora mismo está a una quinta parte de su capacidad (exactamente, al 20,59%). Con respecto a la semana anterior, ha perdido casi un 1% de sus reservas. La misma semana del año 2021, el embalse estaba a una cuarta parte (25,28%), un dato ya de por sí bajo que contrastaba con la media histórica de la misma semana, que se sitúa en el 57%. Si el año pasado la situación del embalse de Iznájar ya era mala, este año es mucho peor.
La sequía, agudizada desde mayo, se confirma con las nulas precipitaciones de junio y julio en Loja. La media histórica para estos dos meses es de 3,9 litros. En lo que llevamos de año, en el municipio se han recogido 262,2 litros. Las intensas lluvias de marzo y abril han contribuido a paliar en parte el déficit hídrico, pero no es suficiente teniendo en cuanta que en enero no llovió nada y en febrero escasos 7,6 litros.
