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jueves, 25 de abril de 2024

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Miguel Almazán sube con el Covirán Granada a la LEB Plata

El jugador lojeño ha completado su tercer año en el equipo granadino, que ha logrado estos días el ascenso en Albacete

Un Tren Ave Atravesando El Puente Quebrada. Challenger179 / Youtube

El jugador lojeño de baloncesto Miguel Almazán Polo ha conseguido este pasado fin de semana con su actual equipo, el Covirán Granada, el ascenso a la Liga LEB Plata, la tercera categoría del baloncesto nacional. El equipo granadino, tras alcanzar la tercera plaza en su grupo en la Liga EBA, se metió en la fase de ascenso, que se ha disputado en Albacete, donde ha conseguido certificar el salto de categoría para la próxima temporada.

Además, la escuadra nazarí lo ha hecho ganando los tres partidos que ha disputado en tierras albaceteñas. En el primer partido se imponían por un rotundo 105 a 71 al equipo de Aracena. En el segundo tenían como rival al equipo anfitrión, el Albacete, al que derrotaban tras una prórroga por 76 a 80. De esta forma, el Covirán llegaba al último partido, en el que se jugaría el ascenso frente al UCAM Murcia, en otro partido muy apretado e igualado, que no se decidió hasta el final tras un ajustado 68 a 67.

Se trata de la primera vez que un equipo andaluz consigue el ascenso por méritos deportivos a la LEB. Precisamente, además del equipo granadino, también lo han conseguido Morón y Coín.

Ya el pasado año se quedaron muy cerca, a tan solo un partido, de meterse en la fase de ascenso, y este año se ha podido conseguir tras una brillante temporada.

Miguel Almazán, a sus 33 años, lleva toda la vida jugando al baloncesto y este año ha cumplido su tercera temporada en el Covirán Granada. Precisamente, el año pasado lo pasó en blanco tras una rotura del ligamento cruzado en un partido de la Copa de Andalucía, que le tuvo toda la temporada fuera de las canchas. “No quería retirarme de esta forma del baloncesto”, nos cuenta el jugador lojeño, quien confiesa que “lo pasé muy mal y mi familia también, hasta el punto que este año no han tenido fuerzas para venir a verme ningún partido, después de lo que pasé el año pasado”.

De hecho, Almazán confiesa que “ya estaba casi retirado, hasta que Pablo Pin, el entrenador, y Óscar Fernández, el presidente, me llamaron para que formara parte de este proyecto y estoy muy orgulloso de haber formado parte del mismo”. De hecho, el primero fue un gran año para Almazán, al que nombraron como el mejor pívot de la liga. “Fue un año muy bueno para mí, de los mejores que he podido jugar”.

Este año le tocó al principio coger el ritmo del equipo, después de haber estado toda la temporada pasada lesionado, pero “a partir de Navidad empezó a encontrarme mejor y ya empecé a tener más minutos y aportar más cosas para el equipo”, nos cuenta. 

Ha pasado por numerosos equipos, como Santa Fe, Guadix o Atarfe, tanto en liga provincial como en la EBA, categoría en la que viene jugando desde hace bastantes temporadas. Tras la desaparición del CB Granada, la formación del Covirán Granada, con jugadores tan emblemáticos como Jesús Fernández o Nacho Ordín, entre otros, ha permitido que el baloncesto vuelva a sonar con fuerza y ahora se haya conseguido este ascenso a la tercera categoría nacional. De hecho, la próxima temporada el equipo dejará de jugar en el Pabellón Veleta, que “ya este año se había quedado pequeño”, nos dice Miguel Almazán, para pasar al Palacio de los Deportes.

Eso sí, ahora toca trabajar para reunir el canon que exige la Federación Española de Baloncesto para salir a competir en la LEB Plata. “No parece que vaya a haber problema en ello, ya que hay muchas ganas de baloncesto en Granada, pues siempre ha sido una ciudad de baloncesto y después de la desaparición del equipo en la ACB, esta es una gran oportunidad para empezar a recuperar un cierto nivel y seguro que la gente lo va a apoyar”, nos cuenta Almazán.

Eso sí, lo que no nos aclara es si seguirá jugando la próxima temporada. “Ya tengo 33 años, tengo mi trabajo y jugar en LEB supone tener que entrenar mañana y tarde y la verdad es que sería complicado, aparte de que si sigo jugando mi madre me mataría después de lo mal que lo pasamos el año pasado con la lesión”, nos dice entre risas, aunque reconoce que le haría mucha ilusión. En cualquier caso, añade, “de alguna forma seguiré ligado al equipo”.

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