Descarga gratuita del PDF del periódico

sábado, 20 de abril de 2024

PUBLICIDAD

Bonachera - Roscos de Loja

Los pacientes que hayan superado la COVID-19 pueden donar la “vacuna pasiva” contra el virus

Algunos lojeños con anticuerpos donan su plasma para mejorar las condiciones de los enfermos en los primeros días de síntomas tras el contagio y reducir hasta en un 50% el tiempo del positivo por prueba PCR

Loja siempre ha sido ejemplo en la provincia en cuanto a la donación de sangre. Ahora en esta pandemia también se cuenta con lojeños que son la avanzadilla de la lucha contra la COVID-19. La clave está en aquellas personas que han pasado la enfermedad y que cuenta con anticuerpos contra el virus. Su plasma es la denominada ‘vacuna pasiva’ que facilita reducir los efectos de la pandemia.

Aunque ya llegó la vacuna, la inmunoterapia pasiva sigue siendo una alternativa de lucha contra el virus. La donación de plasma de pacientes que han superado el coronavirus se ha desvelado como una de las técnicas que están ayudando a muchas personas a superar la enfermedad. Andalucía es uno de los referentes dentro del ‘Programa de plasma hiperinmune’ de la Comisión Europea. 

Salvador Oyonarte, director del Centro Transfusión Sanguínea de Granada y gerente de la red andaluza de estos centros, es el coordinador de este programa. El mismo nos atendió en Onda Loja Radio donde destacó que es más partidario de llamar a este método inmunología pasiva y no vacuna pasiva. Además recordó que esta acción ya se ha utilizado en el pasado con otros virus y se ha demostrado sus beneficios ante la ausencia de un tratamiento. 

Oyonarte explicó que Granada es donde se mantiene el stock de toda Andalucía de este tipo de plasma. Es desde la capital nazarí donde se reparten a toda los hospitales andaluces. En concreto desde la puesta en marcha del programa en el pasado mes de mayo se han contado con más de 1.500 donaciones de este tipo de plasma en Andalucía. De ellas 440 se han producido en Granada. Hasta el momento se han llevado a cabo diferentes ensayos clínicos muy positivos y se han realizado 350 transfusiones. 

Este plasma se suministra al paciente en los primeros cinco días tras la detección del contagio. Se demuestra que el enfermo reduce la problemática de los síntomas e incluso posibilita evitar muertes. Además se reduce en un 50% el tiempo en que el paciente da positivo por prueba PCR. 

Este profesional afirma que el objetivo de los investigadores es llegar a pacientes que todavía tienen una forma temprana de la enfermedad, en lugar de ser el último recurso, y, entre otras cosas, se intenta encontrar los suficientes donantes para que la COVID tenga un enemigo en la sangre de las personas que se han curado. En estos momentos hay unas 1.500 donaciones de plasma. 

En esencia, muchas personas que pasan la covid generan un anticuerpo, que en algunos casos es “muy potente”, y el plasma de estas personas transfundido a las que están pasando la enfermedad llega, en algunos casos, a suponer una solución, todo con el condicionante de que “la UE nos exige que, para poner este plasma hiperinmune, se haga en un contexto de investigación”.

Oyonarte explica que se trata de hacer que el enfermo reciba plasma y su cuerpo genere “una inmunoterapia pasiva, a diferencia de las vacunas, que provoca una activa. “Estados Unidos sacó estudio con los 5.000 pacientes transfundidos en Nueva York a final de julio, y se dedujo que inocuo, sin efectos diversos, y a la semana siguiente reunió a 37.000 pacientes de todo el país, con sospechas de podía tener efectos indeseables, aumento de la reacción mediada por anticuerpos, pero se vio que no”, señala este experto.

Posteriormente se trabajó con estudios que demostraron “que si el plasma se transfunde en personas en fase muy temprana, a los tres días o por debajo de los siete, si tiene título alto de anticuerpos, podría reducir la mortalidad en más del 50 %”, con lo que se fue viendo “que podía ser una herramienta terapéutica que no producía problemas”.

Con todo, “cabía la posibilidad de reducir la mortalidad de las personas afectadas, que no entraran en UCI y reducir sus síntomas” o acortar el tiempo de estancia hospitalaria, y en estos momentos, “se usa con más libertad, pero con los requisitos que marca la UE”.

Salvador Oyonarte explica que los donantes tienen que cumplir una serie de condicionantes para trasladar su “hiperplasma” a otras personas, como que hayan pasado unos 28 días desde el final de los síntomas de la covid, si es que los han tenido, y que en un análisis previo se detecten “anticuerpos IgG”, que “sabemos que va aumentando a partir del día 20 sin síntomas”, con lo que casi un mes después están en su apogeo.

Para la donación se usa una técnica llamada ‘plasmaféresis’, que, en esencia, consiste en extraer sangre, separar las células sanguíneas mediante un separador celular, retener el plasma y devolver el resto al donante, en un proceso de menos de 40 minutos en el que se obtiene una bolsa de 600 mililitros que se divide en dos, para que 300 vayan a cada paciente, con lo que una sola donación va directamente a dos enfermos.

Como el plasma se recupera rápidamente, la recuperación a la vez del donante es rápida, y está disponible para donar hiperplasma de nuevo siete días después, en ciclos de una semana de separación marcados por el médico.

El donante tiene que cumplir las mismas condiciones para donar el plasma que para la sangre, que pasan por tener más de 18 años, pesar más de 45 kilos y tener buena salud en líneas generales, y, si todo va bien, haber pasado la enfermedad puede haber provocado tener en su sangre parte de la cura para otras personas. 

Algunos lojeños que han pasado la enfermedad y tienen anticuerpos donan plasma de forma habitual. Reseñar que la donación de este tipo de plasma se puede realizar dentro de las donaciones mensuales que se realizan en nuestro municipio. La próxima donación será este miércoles 13 de enero, en el Hospital de Loja. 

TE PUEDE INTERESAR

Deja un comentario