El Ayuntamiento de Loja, y en concreto el Área de Bienestar Social, volvió a cumplir con las expectativas de los mayores del municipio dentro de la celebración de la tradicional cena en su honor. Prácticamente la totalidad de los inscritos, 1.350 personas, acudieron a la cita, lo que posibilitó ver prácticamente un lleno en todas las mesas repartidas en el recinto del Complejo de Piscinas Genil. La imagen representaba una bonita estampa como punto de partida del resto de actividades que se sucederán dentro de la celebración de la Real Feria Grande de Loja 2019.
Desde las 19:30 horas los autobuses, dos para la urbe y al menos otros cuatro para las pedanías, a excepción de Ventorros de San José que hoy vivirá el homenaje a sus mayores, comenzaron a recoger a los participantes. Cruz Roja también trabajó a destajo para trasladar a las personas con movilidad reducida y también se contó con la colaboración de Protección Civil. La llegada de los coches particulares, muchos fueron en sus vehículos o con familiares, fue controlada por la Policía Local.
Con las mejores galas, ayer las peluquerías estuvieron repletas de la ilusión de nuestros mayores, los comensales fueron entrando en el recinto. Para acceder debían de enseñar su tarjeta de invitación y el DNI. Esa tarjeta serviría posteriormente para optar a uno de los 15 premios que se sortearían. Además de la entrada habitual al complejo se habilitó el acceso lateral para personas con movilidad reducida, facilitándose muy mucho el trámite inicial. No había excusas para no acudir a una cita esperada a lo largo de todo el año, ya que como bien dicen, para algunos es la única fiesta que vive.
Una vez en el interior de recinto los participantes se encontraron con mesas medidamente adornadas para ocasión, tanto como si de la mejor celebración se tratara. Cada uno decidía el lugar y con quien compartir velada. Grupos de vecinos, amigos, familiares o simplemente desconocidos que conocer, eran los roles de la organización de las mesas. Comenzaban así las entretenidas charlas sobre la vida, dentro de los múltiples avatares de una ya avanzada edad.
Antes de comenzar a degustar el extenso menú, que fue preparado por Grupo Abades, el presentador de la noche nombró a los representantes públicos presentes en la cita para que tomaran la palabra. Matilde Ortiz, teniente de alcalde delegada de Bienestar Social, fue la primera en hablar como principal responsable de la actividad. Ortiz se mostró muy satisfecha por la gran acogida entre los mayores de esta cita, agradeciéndoles su paciencia a la hora de acceder al recinto. La edil se acordó muy especialmente de la labor de los técnicos de su área, de las residencias y de otros centros de atención a las personas. “Os merecéis lo mejor después de tantos años de trabajo para dejarnos un mejor estado del bienestar que ustedes no han podido vivir”, afirmó Ortiz deseándoles una gran velada a todos los comensales.
En representación de la Diputación de Granada acudió la vicepresidenta segunda de la institución, Fátima Gómez, quien agradecía la acogida que siempre le hacia el pueblo de Loja. Gómez incidió en las palabras de alabanza de la concejala para con aquellos profesionales que trabajan en diferentes instituciones por el bienestar de las personas mayores. “Son parte de vuestra vida y son un pilar fundamental de esta sociedad”, comentó la diputada en referencia a la importancia de contar con mecanismo que faciliten un envejecimiento saludable.
Antonio Jesús Castillo, delegado de Educación, Deporte, Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía en Granada, representó a la administración autonómica. Castillo recordó como ya es la sexta vez que visita Loja y admiró la labor del Ayuntamiento en la realización de este evento. “Deseo que este modelo, tan organizado y de calidad, llegue a todos los municipios al ser todo un ejemplo”, afirmó el delegado añadiendo que espera que en futuros años los mayores lojeños se lo pongan difícil al consistorio al tener que buscar más espacio para llevar a cabo este homenaje.
El alcalde de Loja, Joaquín Camacho, cerró el turno de intervenciones mostrándose muy agradecido con todas las personas que habían trabajado para que el evento funcionara. Camacho enumeró a todas las residencias y centros participantes, teniendo especial mención por las profesionales del servicio de ayuda a domicilio, ya que entiende es una labor vital en el día a día de los mayores. Por último, deseo ver a todos los comensales en el resto de actividades programas en la feria. “Os quiero ver en cada actividad, ya sea concierto u otra cosa”, deseo Camacho muy satisfecho con la acogida de la cena.
Tras el acto institucional, y añadiendo que también estaban presentes concejales de la corporación municipal, tanto del gobierno como de la oposición, se llegó al momento del homenaje a la mujer y hombre más longevos presentes en la cena. En esta edición se homenajeo a Elva García de Terol, de 96 años y a Julián Morón Aguilera de 94. Elva es una argentina que en la actualidad vive en el municipio. La mujer recibió muy emocionada dicho reconocimiento. Por su parte, Julián se mostraba en forma reseñando que el secreto de su buen estado físico ha sido el duro trabajo que durante años tuvo que realizar en el campo. A cada uno de ellos se le entregó un ramo de flores y una placa conmemorativa.
Después de tan emotivo homenaje llegaba el turno de la comida. El menú era copioso a base de jamón y queso al centro de mesa, gazpacho, ensalada de langostinos, medallones de solomillo y semifrío de turrón de postre. La elaboración de los platos fue reconocida por los comensales, contándose también con un buen servicio. Ya con el estomago lleno, los mayores valoraban la noche de forma muy positiva.
Durante la cena, y con la mano inocente de los trabajadores del Área de Bienestar Social, se sortearon entre los asistentes cinco sets dermo para señora, cinco sets de aceite y after shave para hombres y cinco noches de hotel con media pensión en cualquier establecimiento de Grupo Abades. Además, y para redimir de la mala suerte a los no afortunados en los sorteos, se le obsequió a cada comensal con una maceta elaborada por los usuarios del Centro Ocupacional de Loja. Estos usuarios realizaron 1.500 macetas existiendo hasta cinco modelos diferentes.
La cena como tal finalizó poco antes de la medianoche, aunque aún quedaba la opción del baile para los más valientes. Llegaba el momento de la salida de autobuses y traslado de los mayores a sus hogares. Reseñar la labor de muchos trabajadores para lograr que la vuelta se desarrollara sin incidencias reseñables.
