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jueves, 25 de abril de 2024

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Bonachera - Roscos de Loja

Los fuegos artificiales culminan diez días de actividades festivas en torno a la Feria Grande

La imagen de la Virgen de la Caridad desfiló este año por el centro de la ciudad y el barrio de El Puente

Diez días habían transcurrido desde que arrancaron las actividades previas, el pasado 22 de agosto, y las jornadas propiamente festivas de la larga Feria Grande de Loja de este 2018. Diez días en los que se han ido sucediendo las múltiples propuestas programadas por el Área de Fiestas del Ayuntamiento de la ciudad con un alto nivel de participación en la mayoría de las ocasiones y algunos incidentes indeseados que han alterado el rumbo generalmente feliz y dichoso de los festejos mayores del municipio. 

La noche del viernes 31 de agosto llegaba, por tanto, con dos de los acontecimientos más esperados cada año de esta feria, el primero en torno a la Virgen de la Caridad, patrona de Loja, con la misa que se le ofrecía en la iglesia de la Encarnación a partir de las ocho de la tarde, y el posterior desfile procesional, cuyo comienzo tuvo lugar algo después de las nueve con el siguiente recorrido: salida de la Iglesia Mayor, plaza Jiménez Campaña, plaza de la Constitución, Duque de Valencia, San Agustín, Cuesta Campos, plaza de Joaquín Costa, callejón de Los Naranjos, calle Moreno y posterior pase por la iglesia de San Gabriel, calle Sin Casas, de nuevo Joaquín Costa, calle de Las Tiendas y regreso al templo de la Encarnación. La imagen de la patrona desfiló acompañada por numeroso público alumbrando, la Corporación Municipal de Loja, la Banda de Tambores y Cornetas y la Banda de Música de Loja.

Explosión de luz y sonido

El otro esperado evento comenzó pasadas las 00:30 horas y se trataba del tradicional y definitivo espectáculo pirotécnico. Los fuegos artificiales se dispararon un año más desde la explanada que hay en el margen contrario al recinto ferial, junto al río Genil, por lo que su visionado es posible desde cualquier punto elevado y prudencialmente distanciado de la zona de lanzamiento. Una magnifica observación de las mágicas estelas de color y luz que producen cada uno de los cohetes que es disfrutada por centenares de personas desde los lugares más peculiares de la ciudad, respondiendo a la peculiar configuración urbanística de Loja, en forma de atalaya hacia el Genil, a través de miradores oficiales, balcones, ventanas, terrazas y plazas por todo el entorno. Con el último ¡ohhhhhhh! se encendía la ilusión por una nueva cita y arrancaba la maquinaria que la hace posible dentro de un año.

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