El comité ejecutivo de la Mesa del Ferrocarril de Granada se reunió ayer lunes proponiendo para el próximo 11 de octubre la protesta que frente al Ministerio de Fomento, en Madrid, llevará a cabo para la llegada del AVE a Granada y el fin de su “aislamiento ferroviario”, una propuesta que ahora trasladarán a las asambleas de Almería y Jaén para su valoración.
En este sentido, el alcalde de Granada, Francisco Cuenca (PSOE) ha informado de que entre las acciones propuestas está la realización esta semana de un manifiesto conjunto entre sindicatos, empresarios y plataformas ciudadanas, que habrá que coordinar con Almería y Jaén. Además, según ha informado el Ayuntamiento, Cuenca ha apuntado que se ha propuesta el 11 de octubre como fecha para la movilización en Madrid.
Esta fecha hay que coordinarla, según el alcalde granadino. En este sentido, ha precisado que también hay que decidir si “vamos una delegación de cada provincia o se organiza una manifestación masiva”.
Ayer se incorporó a la reunión el Ayuntamiento de Loja, a través de su alcalde Joaquín Camacho, que asistió por primera vez tras aceptar la invitación de su homólogo granadino. El regidor lojeño, que se sentó en uno de los asientos presidenciales, agradeció la invitación de la capital y pidió la inclusión definitiva de Loja en la plataforma ferroviaria por el “potencial futuro que tendrá nuestra ciudad en relación a las conexiones por tren y porque este es un asunto de carácter provincial que no afecta solamente a la capital”.
Camacho apuntó que la designación de Loja como miembro formal de la Mesa del Ferrocarril ayudaría a “enriquecer” un debate en el que la capital del Poniente granadino tiene mucho que decir. “Apoyaremos siempre la petición de que Fomento transmita toda la información sobre el estado de las obras, además de pedir que finalicen los trabajos cuanto antes porque los plazos ya exceden de lo planteado”.
En su acción reivindicativa, en un primer momento los organizadores querían movilizar en tren ‘charter’, una opción que fue denegada por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF). “No descarto quedarnos allí en Madrid hasta que nos atiendan”, señaló el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, en días pasados acerca de esta protesta que surge por “el agravio y el despropósito” de un Ministerio de Fomento que “está despreciando y faltando al respeto a Granada”.
De otro lado, Cuenca ha explicado este lunes que la Mesa del Ferrocarril, a pesar de las diferentes opiniones, “nos une en la conclusión, pedir respeto, información y soluciones al Ministerio de Fomento”. “Después de más 540 días seguimos sin trenes, por lo que tenemos que exigir a Fomento de forma inmediata información y soluciones sobre la desconexión ferroviaria, sin renunciar al proyecto definitivo del AVE soterrado”, ha añadido.
La comisión permanente de la Mesa del Ferrocarril se ha creado para dotar de más operatividad a este órgano y en ella están representadas las instituciones –Junta de Andalucía, Diputación Provincial y Ayuntamiento de Granada–, y organizaciones empresariales y sindicales.
El colectivo Marea Amarilla, que defiende la llegada soterrada del AVE a Granada capital, también ha asistido a esta reunión en representación de los colectivos sociales que se han movilizado en los últimos meses por el desbloqueo de las obras de la Alta Velocidad en la provincia y el fin del “aislamiento ferroviario” que ha provocado la parada de estos trabajos.
Con la participación de unas 7.000 personas, una manifestación que salió de la estación de trenes de Granada, el pasado sábado 17 de septiembre, pidió también la recuperación de la conexión ferroviaria por Moreda, que se ha convertido en otra de las principales reivindicaciones de esta manifestación junto con la reanudación de las obras en el tramo de Loja.
La UTE formada por Dragados y Tecsa, adjudicataria de las obras del AVE a su paso por esta localidad del Poniente granadino, cuya paralización ha provocado que la provincia lleve más de 500 días sin conexiones ferroviarias, solicitó formalmente en agosto a ADIF la rescisión del contrato.
La situación afecta a las obras de acondicionamiento de 27 kilómetros de la línea de ancho convencional Bobadilla-Granada para adaptarla al paso de trenes Alta Velocidad.
