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viernes, 19 de abril de 2024

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La instalación poética ‘Los rostros de la palabra’, de Juan María Jiménez, llega este viernes a la Universidad de Granada

La Facultad de Ciencias de la Educación presenta una novedosa propuesta multidisciplinar con la poesía como protagonista, del 20 al 27 de abril  

Coincidiendo con la celebración del
Día del Libro, del 20 al 27 de abril el poeta y periodista Juan
María Jiménez presenta su propuesta poética “Los rostros de
la palabra” en la Facultad de Ciencias de la Educación de la
Universidad de Granada. 

Contando con la colaboración de la
profesora Cristina Pérez Valverde y del Vicedecanato de Extensión
Universitaria, la instalación, que ya se mostró en el Centro de
Iniciativas Culturales El Pósito de Loja y en la Biblioteca
Municipal de Lucena, cubre todo el ámbito expositivo y sensorial de
los nuevos recursos para trasladar el mundo poético al
lector-espectador-actor que la visita. En este caso, además, tendrá
una vertiente didáctica sobre los “otros caminos para descubrir
la poesía en el aula”, dado el escenario en el que se va a
llevar a cabo.

La inauguración tendrá lugar, con la
participación de las autoridades académicas, alumnos colaboradores
y el autor, el viernes 20 de abril a las 12 de la mañana.

El poeta lojeño observa esta nueva
incursión en las más contemporáneas vías de comunicación poética
como un nuevo reto y lo afronta cargado de ilusión y expectativas.

A fin de poner a punto su montaje, Juan
María Jiménez ha renovado y mejorado todos los elementos
constitutivos de la instalación, e igualmente ha incrementado el
número y cualidades de los espacios expositivos.

Hablar de “Los rostros de la
palabra”, tal como pretende la instalación poética en sí, es
hablar de la diversidad, de lo heterogéneo, de la ausencia de corsés
o paradigmas, y hablar de lo humano y de lo cercano, pero también de
la ascendencia o la introspección que, en suma, promueve nuestra
propia vida.

Y hacerlo desde el vasto, múltiple e
inabarcable mundo de la poesía. Por tanto, “Los rostros de la
palabra” es un nuevo, y no será el último, seguro, intento de
complementar a la poesía con otros recursos, de ampliar y
diversificar las vías y  formas expresivas que permitan
aumentar su capacidad de impacto y de penetración entre las
personas.

Los grandes, los universales temas
permanecen aunque ahora, quizás, apoyados por otros matices, por
otras voces, por otros elementos y ayudar a entender que la poesía
está inmersa en el día a día de nuestras vidas, y a aprender a
reconocerla en los objetos cotidianos, en los hechos presuntamente
insignificantes.

Es también una manera de llegar a otro
público hasta ahora desinteresado por la poesía, de hacerla más
inteligible, en la raíz de cada verso, para quienes sólo nadaban
por la superficie del poema, de establecer nuevas claves para la
comunicación de lo más profundo de sus sentimientos entre los seres
humanos. O, por qué no, de abrir una línea de trabajo, por ejemplo,
en el mundo de la Educación.

Sólo a través de la conjunción de
los  sentidos es del todo posible el hecho comunicativo, el
proceso de aprendizaje, y es por  ello que esta instalación
responde a la necesidad de exploración del ser humano, contribuye a
mostrar nuevos  intentos expresivos y muestra todas las caras
del universo poético a través de los mismos. Podemos palpar la
textura de un poema; sentir el tacto liso o rugoso que te serena o
eleva el espíritu; oir la cadencia, la musicalidad del texto
ofrecido; ver  la imagen de los sentimientos manifestados a
través de la danza; percibir el aroma que mana de las palabras que
nos susurra el escrito. Así empíricamente aprendemos desde que
abrimos los ojos, al nacer, hasta convertirnos en el hombre que hoy
somos.

Este “aula para la poesía” de la
que hoy somos copartícipes viene a ratificar la necesidad de
despertar en los alumnos y alumnas el gusto por la expresión
artística, valorar las posibilidades comunicativas a través de
distintos canales, indagar por entre las diferentes artes plásticas
parar conseguir una creación más completa que responda a las
inquietudes creativas y comunicativas que nos aguardan.

Es el deseo de entroncar con una
sociedad cada vez más visual y experimental, o viceversa, hacer que
una sociedad tan fugaz en la materialización de sus  deseos o
de sus manifestaciones pueda entroncar con la expresión de los
sentimientos a través de la palabra, del sonido, del tacto, de la
imagen, e incluso del olfato, y de camino empujarle a hacer lo propio
con su alma.

No es una exposición, ni un recital,
ni una instalación, ni una performance, ni una proyección, ni
siquiera un lugar único y homogéneo. “Los rostros de la palabra”
es todo eso compilado y reunido en un mismo espacio diferenciado por
las armas de la poesía, por los matices de la comunicación, por los
juegos de las identidades y la deliciosa discordancia del caos
creativo.

Por tanto, “Los rostros de la
palabra” se estructura mediante diferentes ámbitos físicos
relacionados tanto con las áreas creativas del poeta, sus
circunstancias y sus paradojas, como con las interpretaciones
sociales o individuales que se perciben de o desde el mundo
artístico.

Se configuran varias zonas de
implicación, en algunas de las cuales es imprescindible la acción
del visitante para conocer íntegramente la propuesta del autor,
obligándole a enfrentarse individualmente a ella.

Poetacall

Lo primero que se percibe cuando se
accede al espacio expositivo es un panel que representa la figura de
un poeta decimonónico, al que se le ha practicado un óvalo para que
el visitante pueda situar su propio rostro. Al mismo tiempo, se ha
realizado un orificio para que pueda introducir la mano y escribir
todo aquello que se le antoje en un cuaderno colocado sobre una mesa.

Los vértices del caos

En este lugar inicial, en medio de los puntos cardinales del espacio expositivo se sitúa una referencia babélica las voces del hombre. Aquí se concentran los ecos de las distintas propuestas expositivas, el caos previo a todo proceso creativo. Toda esta confluencia o disidencia se materializa en una zona vallada y varias señales de advertencia: “peligro: camino enreveRsado”. En una amasadera se prepara la argamasa con que se construye la composición literaria, puro hormigón a base de versos.

ah! ojado

Bajo este epígrafe se reúnen algunas
muestras de poesía visual confeccionadas con diferentes elementos
materiales y simbologías. La fotografía, la composición
arquitectónica, o la rotulación se confabulan para provocar la
sorpresa a través de los sentidos.

Placer solitario

Separado del resto de las instalaciones
por una celosía se ofrece un videopoema de carácter erótico y que
sólo puede escucharse mediante unos auriculares. El espectador ante
la imagen turbadora de una danza febril. Desde afuera se adivina su
intimidad en un acto de placer solitario, mientras que, quien le ve,
actúa guiado por la curiosidad y la intriga.

Sala de ser o estar

Representa una estancia confortable,
especialmente concebida para la lectura. Se ofrecen algunas
publicaciones del autor. El conjunto lo completan dos poemas escritos
y enmarcados en cuadros, vinculados a dos fotografías de paisaje
marino. En una esquina se encuentra una percha con varios libros
colgados, a modo de equipaje fundamental, y un paraguas para
protegerse de algunos poemas.

Los gozos prohibidos

Una pared acerada y rodeada de tela
metálica, crea al otro lado un espacio reservado que sólo puede
verse a través de una rendija. Dentro, iluminado por un tubo
fluorescente de luz negra, se puede leer un poema de carácter
sensual escrito sobre un lienzo con tinta reflectante. El visitante
ha de flexionarse para poder mirar por el orificio, como espiando,
fisgoneando el goce que proporciona el interior.

El verso permutado

En la pared se cuelga un lienzo con un
poema escrito en grandes caracteres. Una palabra de cada verso está
en blanco. Se invita al público a escribir la palabra alternativa
que crea conveniente, a que haga su propia versión del poema. El
visitante se convierte de nuevo en actor del proceso creativo,
ofreciendo una opción distinta y recreadora.

Videoproyección

En una sala aparte se proyectan
diversos videopoemas del autor, con texto, locución, grabación de
imagen y realización propias y, generalmente, música ajena.

Verbos disyuntivos

Cuando el recorrido por la exposición
se acerca a su final, tal como suele ocurrir en la vida, se presenta
ante el espectador/actor una grave decisión: a un lado y al otro del
marco de una puerta se sitúan sendos poemas definitivos, tendrá que
determinar hacia cuál de ellos dirigirá sus pasos y la consecuencia
de esa disyuntiva marcará el sentido de su discurrir entre verbos.

Actuación (Performance)

Sin que el público asistente lo
espere, el autor lee públicamente algunos poemas a través de un
megáfono en la zona denominada como “Los vértices del caos”.

Así mismo, durante la muestra,
colaboradores leen al oído de las personas asistentes un poema, como
homenaje a la trasmisión oral de la poesía desde sus albores.

La visita a esta muestra está abierta
totalmente al público, con entrada libre y gratuita en los horarios
de actividad lectiva del centro educativo.

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