Con motivo de la festividad de la Virgen del Pilar, patrona del Cuerpo de la Guardia Civil, la compañía de Loja conmemoró, la mañana del 12 de octubre, su onomástica con la tradicional Santa Misa en la Iglesia Mayor de la Encarnación de Loja, seguida de los actos institucionales. Una cita ineludible en el calendario de celebraciones en el Día de la Fiesta Nacional de España o de la Hispanidad, que se vio truncada hace un año con la pandemia, y que volvió en su máximo esplendor, rigor militar y, sobre todo, con la presencia de público.
El acto fue presidido por el alcalde de la ciudad, Joaquín Camacho, y el capitán jefe de la compañía de la Guardia Civil de Loja, Juan José Correa, acompañados por la subinspectora de la Policía Local, Elena Ortiz, el comandante jefe provincial de los servicios judiciales, Diego Sánchez, y el teniente adjunto David Espinosa. Además, estuvieron presentes miembros de la Corporación municipal, autoridades civiles, agentes con el uniforme de gala, junto a familiares y vecinos.
Durante la liturgia, el párroco Juan Carlos Hidalgo, hizo referencia histórica a la vinculación de la imagen de la Virgen con este cuerpo de seguridad, tras la Orden del rey Alfonso XIII, en una homilía en la que rogó también por los fallecidos en la pandemia y “los que aún se encuentran enfermos o con secuelas”. En parte de la Eucaristía, una gran bandera de España presidió el altar mayor que le fue ofrecida por los niños de familiares de la Guardia Civil que aprovechó el párroco para enaltecer este símbolo de todos los españoles.
A continuación, el Instituto armado hizo una ofrenda a su patrona -que presidió el altar del templo sagrado lojeño-, con una corona con la bandera de España, en recuerdo de los agentes caídos en acto de servicio que portaron el cabo primero, Francisco Manuel Arjona, y el guardia civil Sergio Álvarez y que entregaron al capitán jefe y al regidor lojeño que la colocaron a los pies de la imagen de la Virgen.
DISTINCIONES
Seguidamente, en este mismo escenario eclesiástico dio comienzo el acto castrense de la Guardia Civil con la entrega de condecoraciones a los agentes más destacados en el ejercicio de sus funciones y que fue llamando, uno por uno el subteniente comandante interino del Puesto, Jacinto Abad.
Este año se reconoció la labor de cinco miembros de la Benemérita de la compañía lojeña. En concreto, a los guardia civiles José Antonio González, Francisco Espejo, Jesús Guerrero y Antonio Molina y Emilio José Povedano se les impuso la Cruz de la Orden del Merito Militar con distintivo blanco; y a Antonio Molina y Emilio José Povedano se le concedió también la Cruz de Oro y la de Bronce a la Constancia en el Servicio, respectivamente.
El acto conmemorativo finalizó con el himno de la Guardia Civil, la entonación de “vivas” a España y al Rey y una foto de familia en el altar mayor del templo lojeño con el que se dio paso a la celebración con un almuerzo privado entre familiares y amigos.
