Checopolaco impregnó a su público de la emoción tonal de su tercer disco, “Tres pasos”. La presentación de su último trabajo en el Teatro Imperial de Loja supuso una cuidada y delicada inmersión en el universo sonoro de una producción totalmente inusual en los tiempos que corren. Julián Méndez ha demostrado, con los once temas que componen su Lp, ser capaz de traspasar la epidermis del oyente para penetrar en lo más hondo de sus sensaciones, y de eso fueron testigos los asistentes a su concierto lojeño el pasado 5 de abril.
“Tres pasos” es fruto de un espectacular trabajo, marcado precisamente por la delicadeza y sensibilidad de sus canciones, y que define a la perfección la capacidad creativa de Julián, puesto que todo el disco es obra (en cuerpo y alma) del músico lojeño. Y lo más sorprendente aún es que fue configurado, en su primer esbozo, de una tacada, en apenas unas semanas, en cualquier lugar, dejándose llevar, si bien su ulterior concreción le supuso varios meses de intensa producción. El hecho es que “Tres pasos” ha visto la luz gracias a la “madurez” creadora de Checopolaco (a pesar de su juventud), su experiencia y coherencia.
VALENTÍA
Y, como no, también a su valentía, a su sinceridad y la capacidad de asumir riesgos indudables en un mundo musical español en el que priman los estribillos y los ritmos facilones. Y por ello podríamos hablar de un trabajo transgresor, diferente y único. “Tres pasos” rezuma sencillez y sutileza precisamente porque detrás hay una complejidad armónica sólo asumible por un músico total. Atmósferas sonoras que se nutren de pasajes jazzísticos, de fraseos exquisitos entre las notas que surgen de los teclados, guitarras y percusión, o de párrafos enraizados en estructuras más potentes y tensas. Y siempre, encauzados por las letras y las voces, desde el inicial “Avance”, hasta la “Coda” que supone el onceavo y último de ellos. Entremedias, tal como se demostró en el Imperial, una sucesión, una catarata de invitaciones a la intimidad, a la reflexión, al amor, pero sin ñoñerías ni concesiones infantiles. Podría decirse que es un disco espiritualmente bello y poético. Y Julián sabe que no será top ventas, pero le da lo mismo, porque es algo creado sin complejos ni obligaciones impuestas.
ATMÓSFERA
Y el día de autos, ante casi 200 personas, Julián Méndez (piano, guitarra y voz) estuvo acompañado sobre el escenario por un compacto elenco de buenos músicos, pues a su formación habitual integrada por Antonio Dominguez “Slowfinger” (bajo) y Alberto Ortiz “Perrier” (batería), puesto que Enrique Cañizares (teclados) trabaja desde hace unos meses en el norte de España, se añadían Toni Jiménez (guitarras y teclados), David Montañez (teclados) Daniel Guirado (percusión), Jorge Campaña (percusión) y la aterciopelada voz de Miryan López. El disco fue interpretado íntegramente y siguiendo su mismo orden, alcanzándose los mismos matices de la grabación gracias a la multiplicidad armónica de los instrumentos empleados en el directo.
Por poner un pero, y como algo que se repite en los conciertos de los grupos en sala, la dificultad de escuchar claramente las letras de las canciones, algo que también ocurre en el Imperial y que habrá que ir contemplando y superando en las actuaciones que se produzcan en él.
EVOLUCIÓN
Julián Méndez Podadera nació en Loja en 1985, tras formar parte del inicial Lori Meyers hasta 2006 (se da la paradoja de que él integraba la primera formación de este grupo, mientras que su hermano Alejandro lideraba Glass Onion), ha realizado diversas colaboraciones con grupos, tocando el bajo con Los Planetas desde 2010 a la actualidad y dando forma también al proyecto familiar Vinicius Vive, junto a Alejandro y su padre Paco Méndez.
Checopolaco es su alter ego desde 2009 y ha grabado ya tres larga duración y un Ep, alternando estilos pero siempre con su indudable sello y personalidad. “Tres pasos” (El Ejército Rojo) se ha grabado, mezclado y masterizado por Carlos Díaz entre los estudios de Lojasound (Loja), Santa María de la Vega, Abbey Road Studios (Londres) y Teatro Imperial de Loja. Todo el álbum está compuesto y producido por Julián.
