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martes, 23 de abril de 2024

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Bonachera - Roscos de Loja

El Museo de la Alcazaba restaura tres piezas de cerámica inéditas de las épocas nazarí y almohade

Un equipo multidisciplinar pone en valor restos arqueológicos de las excavaciones del Cine Imperial, Huerto de María Ruiz y el Patio de Armas de la fortaleza lojeña

Dentro del Plan Director del Museo Histórico de la Alcazaba en Loja se enmarca el trabajo que desempeña estos días un equipo multidisciplinar para el estudio y difusión de materiales antiguos descubiertos en las campañas arqueológicas del 2006 en el Cine Imperial y el Huerto de María Ruiz y, de 2008, del Patio de Armas de la Alcazaba. Así lo dio a conocer el concejal de Cultura, del Ayuntamiento de Loja, José Antonio Gómez, ante un edificio histórico que ha visto cerradas sus puertas al público durante el último año, consecuencia de la pandemia.

A pesar de este cierre obligado, el trabajo ha continuado de puertas hacia dentro, con una ardua tarea de documentación, investigación y restauración que “no se ve y se debe conocer” y que cuenta con la ayuda de un arqueólogo y una restauradora para esta labor “tan interesante de recuperación del patrimonio histórico local con el apoyo documental de la conservadora del museo lojeño y el respaldo económico de la fundación Ibn Al-Jatib y el Consistorio”, como destacó el edil. 

Y es que una de las facetas más importantes que se desarrolla en el Museo de la Alcazaba es el conocimiento de las colecciones que alberga este edificio histórico para su futura exposición pública, como así lo remarcó la conservadora Rosana Cansino. “Desde hace tres años se vienen encargando estudios de materiales de diferentes intervenciones arqueológicas que se han llevado a cabo en Loja, cuyos restos nos hablan de la cultura en la que se desarrollaron”, como es el caso de las épocas almohade y nazarí y el periodo íbero, siendo la mayoría piezas cerámicas, más o menos fragmentadas, de vajilla de cocina, de mesa u ornamentales. 

Según explicó la técnica municipal, en estos momentos se está en proceso de análisis de los materiales hallados en el Cine Imperial y, a su vez, se restauran tres objetos de cada uno de los yacimientos mencionados. “Hemos elegido estas piezas porque en la exposición permanente del museo representan un material inédito y son significativas de una época concreta”.

Este trabajo de recomposición se le ha encargado a la restauradora Olga Arribas, de la empresa Tarma, quien reconstruye pieza a pieza y detalle a detalle una cantimplora del periodo nazarí (siglo XIV-XV), una jarra (s. XI-XII) y una cazuela del almohade (1ª mitad siglo XIII). “Estoy trabajando en tres piezas singulares que el arqueólogo ya ha datado y que son únicas para la muestra”, informó.

En los estudios de materiales, los objetos de los que se parte para alcanzar su forma original son pequeños fragmentos, porque “falta bastante material sobre todo de la cantimplora que es una pieza muy interesante” -comentó- que luego se reconstruye mediante escayola que se reintegra para darle una lectura completa de cómo era ese objeto cerámico que, más tarde, será expuesto.  

HALLAZGOS IMPERIAL

Desde la Fundación Ibn al-Jatib de Estudios y Cooperación Cultural, el arqueólogo Rafael Pedregosa, que ha sido el encargado de realizar el estudio de las piezas descubiertas en las diferentes campañas y estos días se ocupa de los hallazgos del Imperial. “Ahora mismo se está clasificando los restos aparecidos en el cine, separándolos por cronología y tipología de almacenaje y mesa, al tratarse de piezas cerámicas para almacenar agua, “atifores” o platos y vajilla del periodo islámico” y así se puede conocer la evolución que marcan las diferentes etapas por las que ha pasado el edificio.  

En el Imperial se encontraron restos del siglo XVIII y XIX, cuando era una casa normal, y cuando se excavó se documentó una “alhóndiga”, local destinado a la venta, compra y depósito de cereales, muy cerca de la mezquita mayor. “Aquí hay unas piezas importantes por vincularlas a ese tránsito de gente que, en época nazarí, estaban un ocupando esta zona”, especificó.  

Sobre el estudio efectuado a las piezas encontradas en el Huerto de María Ruiz, en la falda de la Alcazaba que da al río Genil, el investigador informó que se trata de “materiales básicamente íberos e islámicos del siglo XI y XII con intrusiones de material fenicio lo que “nos está dando relación con otros poblados y otra población de las cercanías. 

Y en el Patio de Armas de la Alcazaba se descubrieron restos arqueológicos muy importantes de una necrópolis que habla de muertos en ataque defensivo de la fortaleza, junto al hallazgo de pulseras y alhajas de mujeres, que “seguro se albergaron en la Alcazaba en uno de los ataques a la ciudad de las tropas cristianas que está conservado en el Museo de Loja y materiales como candiles, ollas, cazuelas, platos, etcétera, que es lo que estamos poniendo en valor para su posterior restauración y exposición”, detalló.  

Asimismo, sobre los trabajos de investigación y restauración que se llevan a cabo estos días en las oficinas del museo lojeño, la conservadora comentó que “estamos trabajando mucho, aunque es algo que no se ve ahora, porque las labores de investigación son así, pero sí más tarde en la exposición de la que podrá disfrutar el público”. No aventuró la fecha de la futura muestra de los nuevos objetos de la colección museística porque “todo hay que encajarlo en un discurso expositivo por lo que merece la pena esperarse un poco”, pero sí avanzó que se conocerá el resultado final “lo más rápido posible” a través de la pieza del mes.

Por su parte, el alcalde de Loja, Joaquín Camacho, destacó la puesta en valor del patrimonio histórico de Loja y el trabajo de los técnicos que es “una labor imprescindible para destacar la importancia de los materiales encontrados en diversas excavaciones del Ayuntamiento desde el punto de vista museístico. “Desde el Ayuntamiento de Loja y la Fundación venimos trabajando, respetando nuestro pasado y conociéndolo, valorándolo, como pieza fundamental para construir nuestro futuro”.

Y, por este motivo, se trabaja con el Plan Director con objetivos a corto y medio plazo con el que se pretende que “este museo se potencie mucho más y tenga un mayor uso de disfrute para los lojeños y visitantes”. Dentro de estos objetivos se refirió a la casa anexa al inmueble donde se realizan los trabajos de investigación para conseguir, “no sólo tener un lugar más amplio para el laboratorio, sino para interactuar con colectivos y centros educativos para que se pueda conocer de primera mano la riqueza patrimonial que posee Loja y potenciar el servicio a que presta el museo”. 

A lo que se suma el proyecto de restauración y puesta en valor del patio de armas y la muralla norte de la Alcazaba, por la empresa YAMUR SL, para presentarlo a la próximo convocatoria del 1,5 Cultural del Ministerio de Fomento.

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