El Centro de Interpretación del Agua inicia la cuenta atrás para su apertura al público tras varios años de diversos problemas técnicos que han retrasado su puesta en funcionamiento. En los últimos días, la empresa adjudicataria del proyecto ha corregido una serie de pequeños desperfectos que presentaba el edificio. Ahora serán los técnicos municipales los que certifiquen que el centro está en perfectas condiciones para ser usado.
Todo parece indicar, según la concejal de Turismo, Matilde Ortiz, que el edificio estará operativo “en las próximas semanas”. No se atrevió a dar una fecha exacta “porque pueden aparecer problemas de última hora”, pero confía en que esté listo antes de que termine el presente mandato municipal.
La obra civil del edificio concluyó en la primavera de 2009 y el equipamiento del mobiliario interno -valorado en más de 300.000 euros- se realizó en febrero de 2012. Sin embargo, una serie de problemas menores en la obra tiene la culpa del retraso en su apertura. “No hemos dejado de trabajar para que esta infraestructura sea museo del agua lo antes posible y sirva para la difusión turística de la ciudad”, apuntó el alcalde de Loja, Joaquín Camacho.
El regidor lojeño calificó de “barbaridad” e “irresponsabilidad” la propuesta del PSOE de trasladar a este edificio las dependencias de la empresa municipal Gemalsa. “Nuestro modelo sigue siendo utilizar este inmueble al cien por cien como museo del agua, para que vengan niños de toda Andalucía a conocer nuestra ciudad, no para poner oficinas donde gestionar los recibos del agua”, apuntó.
Camacho pidió a los socialistas que dejen de hacer “propuestas improvisadas” y les acusó de “desconocer la normativa”. Así, explicó que el edificio está sujeto a la Ley General de Subvenciones que impide que sea utilizado para un fin distinto al que fue concebido “hasta que no pasen cinco años del momento de la finalización del proyecto”. Y ese tiempo, subraya, todavía no ha pasado.
El Centro de Interpretación del Agua cuenta además con otro problema, la dotación de personal. La reforma de la ley de administraciones locales impide al Ayuntamiento contratar a nuevos trabajadores, así que los tres técnicos del Área de Turismo serán los encargados de atenderlo. “Nuestra idea es empezar a trabajar con citas concertadas mientras no se pueda dotar de un personal fijo”, explicó Matilde Ortiz.
