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viernes, 26 de abril de 2024

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El Centro Ocupacional incorpora las edificaciones de Los Caracolares para el desarrollo de sus actividades en la naturaleza

Un taller agrícola y un espacio para la convivencia añaden nuevas posibilidades de formación para los usuarios

Uno De Los Partidos Disputados Durante Este Encuentro Benéfico De Peñas. Foto: C. Molina

Los 35 usuarios del Centro Ocupacional de Personas con Discapacidad del Ayuntamiento de Loja ya disponen de unas nuevas infraestructuras para el desarrollo de sus actividades formativas y recreativas. La casa ubicada en la finca municipal Los Caracolares, que sirviera anteriormente para impartir cursos, servicios y almacén del Área de Jardinería del consistorio, acogerá a partir de ahora a los hombres y mujeres que forman parte de este centro asistencial en aquellas labores que se relacionan con el cultivo de huertos sociales, actividad esta última que ya venían realizando desde años atrás. 

Se trata, según se ha puesto de manifiesto en una reciente presentación pública, de contar con un espacio para llevar a cabo acciones formativas para estos usuarios, tener un lugar de convivencia con sus familias y contar con unas instalaciones que sirvan de almacén o para otros servicios auxiliares. Al mismo tiempo se utilizarán los semilleros que tradicionalmente han venido usando los jardineros municipales y crearán un invernadero para el cultivo de productos que precisen su preservación de los rigores del exterior.

El proyecto fue presentado hace algún tiempo por el director del Centro Ocupacional, Miguel Ramos a la concejal de Bienestar Social, Matilde Ortiz, dandose por el equipo de Gobierno municipal el visto bueno para su desarrollo.

Es así como ayer jueves se presentaba ante los medios de comunicación y los propios usuarios del centro asistencial las peculiaridades de la iniciativa, estando presentes en el acto la propia concejal de Bienestar Social, el alcalde, Joaquín Camacho, y los profesionales de la institución.

Según explicó Miguel Ramos, con esta incorporación contarán con más espacio y un lugar cubierto para la realización de sus actividades en la naturaleza, de la que se aprovecharán además los miembros de la Asociación Lojeña de Ayuda al Minusválido (Alodam) y más adelante los centros educativos del municipio, de tal forma que Los Caracolares se convierta en un lugar de convivencia que no terminará ahí sus pretensiones, ya que según el director existe un proyecto a largo plazo de realizar en aquel paraje un espacio en el que se combinen naturaleza y animales.

“El apoyo integral a los usuarios es el principal objetivo” ha dicho Ramos a la hora de justificar este proyecto, “adquiriendo más habilidades laborales”, añadía.

En cuanto a recursos humanos, dijo contar con algunos voluntarios de la tercera edad, dos técnicos forestales recientemente contratados dentro del plan Empleo Joven, y los conocimientos de algunos usuarios más especializados, además de, puntualmente, con operarios de los servicios municipales.

En cuanto a los medios técnicos, informó más adelante, dijo contar con herramientas, un remolque y un vehículo de transporte de viajeros.

Por lo que respecta a la financiación, Miguel Ramos indicó que pretenden la autofinanciación de las actividades, con la obtención de fondos provenientes de la venta de productos a floristerías y otros negocios, puntualizando que, en ningún momento, serán competencia para los comercios ni los profesionales del sector.

“No queremos regalos, queremos aportar a la sociedad”, dijo rotundo el director del Centro Ocupacional.

Por su parte, la concejal de Bienestar Social, Matilde Ortiz, elogió las bondades del proyecto y la disposición de su departamento a ponerlo en marcha.

Mientras tanto, el alcalde, Joaquín Camacho, propuso un titular para la noticia: “El Centro Ocupacional sigue creciendo y aumenta sus servicios”, resumiendo así la vitalidad de este colectivo y valorando el empuje y esfuerzo que permanentemente realizan sus profesionales para avanzar en el desarrollo integral de las personas que acuden al centro asistencial.

En ese contexto, Camacho recordó los talleres que ya vienen funcionando desde hace tiempo, tales como los de encuadernación, elaboración de cortinas, confección de morriones, de limpieza de vehículos, el montaje de cajas para las camisas, la vigilancia de aparcamientos, el cultivo de los huertos sociales o el taller de baile. Actividades que hacen que los usuarios sientan una gran satisfacción por realizar cosas útiles que, además, benefician a la sociedad, concluyó el primer edil.

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