El tradicional botón rojo cumple 26 años de servicio en Loja. El municipio continúa con un programa cada vez más demandado por los mayores de la localidad que viven en soledad en sus hogares. Un pequeño objeto que da una gran seguridad y compañía.
Tras dos años de parón obligado, el Ayuntamiento de Loja y la empresa encargada del servicio, Tunstall Televida, han recuperado la tradicional actividad de convivencia entre sus usuarios. Aunque en pasados años se apostó por una merienda, en esta ocasión se ofreció para el que lo deseó un almuerzo en el Parque de Narváez. Medio centenar de personas adjudicatarias del programa participaron de una comida a base de jamón, queso, carne en salsa, paella y postre.
La sombra de la arboleda de este histórico parque facilitó una buena cita muy disfrutada por los usuarios. Ellos son algunos de los 193 lojeños que disfrutan de este adelanto. El mismo es sufrago por la Junta de Andalucía con una aportación municipal de en torno a 15.000 euros. Para los usuarios el mismo tiene un coste mensual de 6 euros, siendo gratuito a partir de los 80 años o para personas reconocidas con un alto grado de dependencia por la administración autonómica. En los últimos cinco años se ha aumentado en cerca de una treintena de inscritos.
En la mayoría de los casos los destinatarios de este servicio son personas mayores que viven en soledad en sus hogares. El contar con este botón rojo les permite pedir ayuda en caso de emergencia, lo que les da seguridad en sus hogares. También destacan que reciben las llamadas periódicas de los y las profesionales, entre las que se suman las felicitaciones por sus cumpleaños o aquellas destinadas a charlar para evitar el sentimiento de soledad. Todos valoran muy positivamente este servicio afirmando que siempre que hay una emergencia responden con inmediatez y eficacia.
El alcalde de Loja, Joaquín Camacho, acudió a saludar a los usuarios y se mostró emocionado de recuperar este tipo de actividades para el colectivo social que más ha sufrido la pandemia. El regidor alaba la gestión de la empresa al entender que hace un trabajo serio y le añade alma a cada acción. Por último pide a los usuarios que disfruten de cada actividad ya que “siempre hay que celebrar la vida”.
Desde el Área de Bienestar Social habló la edil responsable, Matilde Ortiz, quien agradeció la labor de las profesionales de su concejalía y de la empresa que ejerce el servicio. Ortiz reitera la apuesta del Gobierno Local por los servicios públicos y recordó cómo este servicio se mantuvo a pesar de la crisis vivida en el 2011. “Siempre hemos tenido claro que este programa hay que mantenerlo y aumentarlo”, enfatiza la edil.
Por parte de la empresa Tunstall Televida, habló Celia Menchen, quien recuerda todas las bondades que presenta el servicio que prestan. La cercanía al usuario, su seguridad y autoestima, son algunos de los detalles destacados por esta profesional. También deseó que la comida fuera del agrado de los usuarios y admite que el objetivo es que cada año se pueda celebrar estas jornadas de convivencia.
