No es una historia más, no es una historia cualquiera, es la historia de una búsqueda, la de un personaje que avanza en su vida al tiempo que recorre lugares, momentos, situaciones, experiencias y conocimientos de todos los tiempos.
Es “La piedra negra”, la novedad editorial que fue presentada por su autor, el lojeño Antonio Montoro, el martes en el CIC El Pósito, en una salón repleto de público que se dejó llevar por la sugerente propuesta de este escritor.
Amigos, familiares, conocidos o simplemente aficionados a las letras se dieron cita en la convocatoria que efectuó el Área de Cultura del Ayuntamiento de Loja y el tránsito por la vida y obra de Montoro fue una experiencia amena, llena de misterio y sorpresas.
En la sinopsis del libro puede leerse que “desde la infancia y juventud hasta su edad madura, Daniel va a la búsqueda de algo que no es más que su propio destino, nos va a conducir por lugares y aventuras que nos llevarán desde los paisajes de olivares y montañas de las serranías andaluzas, hasta los confines del desierto de los desiertos y los bosques arcanos bretones. En su camino se verá inmerso en ceremonias ancestrales, rituales imposibles de pensar que aún pervivan entre nosotros, donde se muestra la lucha de expertas mujeres medicina por conservar la supervivencia del matriarcado, como forma de vida, en un intento de continuar transmitiendo unos valores que temen perder en este mundo donde el hombre les roba la identidad y el conocimiento, ayudando así a la sociedad a la que pertenecen. Viejos poderes fácticos intentarán impedir que las matriarcas y el mismo Daniel consigan sus objetivos.. En este viaje misterioso e incierto hacia lo desconocido, que le hará retroceder hacia su propio pasado, nuestro protagonista no duda en sacrificar lo que más ama para poder llegar a buen fin.. Un talismán, del que desconoce su fuerza y naturaleza, lleva consigo en su periplo, un particular amuleto del que tardará en desprenderse hasta comprender cuál es su verdadera Ítaca”.
El concejal de Cultura José Antonio Gómez, presente en el acto, dio lectura a una breve reseña biográfica del autor, situando en 1952 su nacimiento en Loja si bien en diferentes épocas de su vida ha tenido sus residencia en lugares tan dispares como La Roda de Andalucía, Osuna, Sevilla, Islas Canarias o Málaga.
Sin embargo, lo que más llama la atención de su periplo vital es el paso por la antigua colonia española del Sáhara, donde da clases en el Aaiún y las minas de Boucráa, en pleno desierto, a jóvenes saharáuis. De ahí su conocimiento de un medio tan hostil para tan cargado de sensaciones, de unas intensas vivencias que, sin duda, luego aflorarían en su novela.
Maestro de profesión y de vocación, Antonio Montoro culminó también la licenciatura en Historia, lo que le otorgó un vasto conocimiento sobre culturas fundamentales en la historia de la civilización.
Poco a poco, conforme avanzaban los años, se iba confabulando una serie de circunstancias que, antes o después, habrían de desembocar, como un torrente imparable en la escritura de “La piedra negra”.
El alcalde, también presente en el acto, se felicitó por tener a Montoro en el Pósito y destacó que nada mejor podía hacerse que presentar en este renacentista edificio una obra literaria, contando para ello con la presencia del artífice de la novela.
Ramón Guerrero, abogado, lector impenitente y amigo de Antonio apuntó algunas claves sobre los relatos a lo que nos invita “La piedra negra”. De ella, entre otras cosas, dijo que se percibe por los cinco sentidos y que sus descripciones son tan reales que te hacen estar en el lugar donde se desarrolla la acción.
Por su parte, Antonio Montoro, emocionado por verse tan rodeado de amigos y familiares, dijo sentirse feliz de estar entre lo suyos y en un lugar tan cargado de historia y de leyendas como el Pósito, del que ya en su niñez y juventud su imaginativa mente había pergeñado mil y una historias fabulosas.
Hizo un recorrido por la aparición de la piedra negra en la que se basa buena parte de su novela, de otros acontecimientos que se unieron para ir tejiéndose su trama y de la ingente información que fue recopilando para culminar una obra que viaja por el tiempo, tanto el interno de Dani, el personaje protagonista, como el colectivo. Por eso, es un relato en el que cualquier puede verse reflejado de una o de otra forma y, consecuentemente, es una novela que atrapa, a pesar de la aparente dificultad de su lectura.
Por último, Montoro resumió el proceso que ha llevado desde que fue tomando vida todo el libro, que tiene más de 500 páginas, hasta que una vez jubilado como docente, se puso manos a la obra para ultimarlo, “lo peor vino después”, concluyó el escritor.
